Un grupo de investigadores de la Universidad de Australia del Sur ha desarrollado una nueva nanotecnología que podría cambiar la vida de miles de personas que viven con fibrosis quística. El desarrollo permite aumentar la eficacia hasta 100.000 veces del antibiótico tobramicina.
Esta nueva tecnología emplea un material biomimético nanoestructurado que permite incrementar la eficacia del medicamento recetado para el tratamiento de infecciones pulmonares crónicas por Pseudomonas aeruginosa en casos grave de fibrosis quística, erradicando la infección en tan solo una dosis. La fibrosis quística causa graves deficiencias en los pulmones, vías respiratorias y el sistema digestivo provocando infecciones recurrentes, la insuficiencia pulmonar es la principal causa de muertes entre las personas con fibrosis quística.
“La fibrosis quística es una enfermedad progresiva que causa infecciones pulmonares crónicas persistentes y limita la capacidad de las personas para respirar”, explica Chelsea Thorn, una de las investigadoras participantes del estudio. “La enfermedad hace que una mucosidad espesa y pegajosa obstruya las vías respiratorias de una persona atrayendo gérmenes y bacterias como Pseudomonas aeruginosa, que provoca infecciones y bloqueos recurrentes”, añade.
“Nuestra tecnología mejora el rendimiento de la tobramicina sin aumentar la toxicidad del fármaco por lo que conseguimos es un tratamiento mucho más eficaz para tratar las infecciones pulmonares crónicas”
“La tobramicina se utiliza comúnmente para tratar estas infecciones, pero los antibióticos cada vez logran marcar una diferencia menos significativa en las infecciones pulmonares lo que hace que los pacientes requieran terapia basada en antibióticos de por vida. Nuestra investigación trata con éxito las infecciones pulmonares en cultivos de células humanas avanzadas empleado tobramicina mejorada y muestra cómo puede erradicar infecciones graves y persistentes tras la administración de dos únicas dosis”.
El trabajo de estos investigadores se fundamenta en la mejora de la tobramicina mediante la utilización de un material biométricos nanoestructurado basado en nanopartículas de cristal líquido lipídico. Ha demostrado su capacidad única para penetrar la superficie densa de las bacterias y combatir la infección. Sus responsables no dudan a la hora de afirmar que este descubrimiento supone un importante paso en la batalla global para erradicar y prevenir la Pseudomonas aeruginosa.
La tobramicina actúa inhibiendo la síntesis de bacterias y causando daño a la membrana celular. Sin embargo, como es un antibiótico que depende de la concentración, lograr un nivel un nivel elevado lo suficientemente óptimo es un requisito fundamental. “Nuestra tecnología mejora el rendimiento de la tobramicina sin aumentar la toxicidad del fármaco por lo que conseguimos es un tratamiento mucho más eficaz para tratar las infecciones pulmonares crónicas”.
Este desarrollo tecnológico se encuentra actualmente en ensayos preclínicos y espera poder ser comercializado en un plazo de cinco años.