A raíz de la pandemia global por Covid-19, la salud pública ha adquirido un notable protagonismo en la agenda política, tanto nacional como supranacional. La situación evidenció la facilidad de propagación de enfermedades, debido a procesos como la globalización o la creciente movilidad de la población. Desde entonces, se han puesto en marcha numerosas iniciativas que garantizan una salud pública sólida y cohesionada, con plena capacidad de vigilancia y respuesta ante diversos retos presentes y futuros de la sociedad.
En este contexto, el programa UEproSalud, impulsado por la Comisión Europea en 2021, o la Estrategia de Salud Pública (ESP 2022), aprobada por el Gobierno de España en 2022, son algunos ejemplos a los que, esta misma semana, se ha sumado la aprobación por el Consejo de Ministros del Real Decreto por el que se crea la Red Estatal de Vigilancia en Salud Pública. No obstante, estas políticas sanitarias se han focalizado hacia la prevención en respuesta ante enfermedades transmisibles, obviando que en la actualidad existe un grupo amplio de patologías no transmisibles de alto impacto, que también requieren de una respuesta.
Dr. Fernández: “La conclusión de todo esto es que intervenir en los determinantes sociales y en la salud requiere actuar de una manera muy temprana"
Ante este escenario, la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) y el Observatorio Economía y Salud del Centro de Estudios de Políticas Públicas y Gobierno (CEPPyG) de la Universidad de Alcalá, con la colaboración de Boehringer Ingelheim España, han presentado el informe "Desafíos emergentes para la salud pública: las enfermedades no transmisibles". Este documento aborda la creciente preocupación por las enfermedades no transmisibles (ENT), que son la principal causa de mortalidad y morbilidad en muchas regiones del mundo.
Se trata de patologías como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas, que representan un desafío significativo para los sistemas de salud, debido a su naturaleza a largo plazo y, a menudo, costosa. Ante este escenario, el informe destaca la necesidad de políticas públicas efectivas y estrategias de prevención para combatir el impacto socioeconómico de estas enfermedades. Además, subraya la importancia de la monitorización y evaluación de los progresos en la lucha contra las ENT, así como la implementación de intervenciones de salud pública basadas en evidencia.
“Intervenir en salud pública es intervenir sobre los determinantes sociales de la salud”, ha explicado, durante la presentación del informe, Jesús María Fernández, fundador y CEO de Hiris Innovation Technologies. La sociedad actual española es muy distinta a la de hace 20 años, y hay que afrontar una serie de problemas, como el proceso del envejecimiento progresivo; el cambio climático que trae consigo enfermedades transmisibles por mosquitos o zoonosis; la digitalización que provoca que muchas personas que no saben de salud informen sobre ella; o el desarrollo científico.
“La conclusión de todo esto es que intervenir en los determinantes sociales y en la salud requiere actuar de una manera muy temprana. Los cambios que hagamos ahora repercutirán en la salud de las personas dentro de 20 años”. Para ello, hay que actuar desde todas las administraciones públicas. “Hay que poner en marcha la Agencia de Salud Pública, y las comunidades autónomas deben reforzar sus sistemas de salud pública”.
El experto profundiza en que es también muy necesario que los municipios participen en materia de salud pública, algo que en España no se hace a menudo, pese a que son quienes tienen mayor capacidad de integración de las políticas. “No obstante, aunque aún hay que reforzar los servicios de salud pública, se ha dado un gran salto”. De igual modo, “Atención Primaria necesita una gran transformación, incorporando nuevos perfiles sanitarios como el del Agente de Salud”.
Dra. Rubio: "Era importante posicionar la salud pública de alguna manera”
Para lograr un cambio, es preciso reestructurar y modernizar los sistemas, especialmente en lo relativo a la digitalización. “Necesitamos un registro, organización y crear plataformas que puedan trabajar los datos. Con ello, se podrían crear estrategias para evitar que se desarrollen enfermedades como cáncer”, argumenta, por su parte, María Dolores Rubio, especialista en Medicina de la Actividad Física y el Deporte, y ex directora general de Salud Pública del Gobierno de La Rioja y de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
“El informesurge del análisis que hemos realizado a partir del primer Informe sobre digitalización, en el que ya veíamos la necesidad de hacer las cosas de otra manera. En este sentido, era importante posicionar la salud pública de alguna manera”. El objetivo es posicionar en el centro a la salud pública para dar respuesta a las necesidades del Sistema Nacional de Salud, y que la población tenga una mejor calidad de vida.
En el encuentro se ha puesto también de manifiesto el cada vez más importante papel de los pacientes. De este modo, la Dra. Rubio destaca que “esnecesario que haya pacientes ‘expertos’ que sepan de qué va la enfermedad o la medicación. Tenemos que impulsar las escuelas de salud y una generación de pacientes expertos que puedan opinar en estas cuestiones”. En la misma línea, y a modo de conclusión, el Dr. Jesús María Fernández considera que “hay una explosión de asociaciones de pacientes actualmente, pero defienden los derechos de los pacientes. Nosotros, hablando de salud pública, nos enfocamos en evitar que lleguen a existir pacientes”.