Un equipo de dermatólogos del grupo sanitario Ribera recomiendan una exposición progresiva y en horas del día donde el sol no incida con más fuerza para adaptar la piel al sol durante las vacaciones y evitar no solo las quemaduras solares, sino problemas dermatológicos a largo plazo derivados de una protección inadecuada.
El dermatólogo del hospital Ribera Juan Cardona, Óscar Suárez, explica que "la exposición solar debería ser progresiva para favorecer un ligero bronceado de la piel y evitar así las quemaduras solares, ya que éstas, especialmente si son repetidas, aumentan el riesgo de tener un cáncer de piel”.
“Hay que evitar la falsa creencia de que el uso de cabina de bronceado o solárium puede ser beneficioso para preparar la piel antes del verano, es algo que los dermatólogos desaconsejamos a la población general”, explica el jefe del servicio de dermatología del hospital Ribera Povisa, el Dr. Álvaro León.
Ambos especialistas de hospitales del grupo sanitario Ribera desmienten categóricamente la teoría del 'callo solar', una tendencia viral que trata de convencer a la población de que cuanto más tomes el sol, más resistente se hace tu piel a los rayos UV.
Ambos especialistas de hospitales del grupo sanitario Ribera desmienten categóricamente la teoría del 'callo solar'
El Dr. Suárez recuerda que “la fotoprotección tiene tres pilares, siendo el más conocido el uso de los llamados fotoprotectores. Otros dos puntos muy relevantes son: evitar las horas centrales del día teniendo presente el tipo de piel que uno tiene (fototipo) y la fotoprotección física mediante el uso de sombrero /gorro, camisetas, o la sombra de un buen árbol, sombrilla o similar”.
El Dr. León concreta que se debe evitar la exposición solar la franja entre las 12:00h y las 17:00h, “para que nuestra piel vaya adaptándose de forma natural”. A la hora de elegir el fotoprotector adecuado, debemos tener en cuenta varios factores como la zona geográfica en la que nos encontremos, las condiciones climáticas y momento del día y tiempo que vamos a estar expuestos.
“Los dermatólogos aconsejamos de forma general intentar aplicar un factor de protección de 50+, que cubra tanto rayos UVA como UVB. Debe aplicarse unos 30 minutos antes de la exposición, por lo que sería ideal hacerlo en casa antes de salir hacia el lugar de exposición. Luego debería de ser reaplicado al menos cada 2 horas, a no ser que sudemos en exceso o nos bañemos con frecuencia, en cuyo caso debería reponerse en menos tiempo”, añade.
Aunque mucha gente asegura tener “alergia al sol”, en realidad, este es un término poco específico que no existe como diagnóstico
Aunque mucha gente asegura tener “alergia al sol”, en realidad, este es un término poco específico que no existe como diagnóstico. “Es un concepto bastante genérico que engloba varias entidades. La más frecuente es la denominada Erupción Polimorfa Lumínica. Consiste en una alergia cutánea inducida por la exposición solar, que aparece generalmente al final de la primavera o al principio del verano, se localiza en zonas que durante el resto del año no están expuestas a la luz y tiende a repetir durante años, siempre en la misma época del año. Habitualmente son granos o vesículas, de pequeño tamaño, color rojo y que característicamente suelen picar. Según avanza el verano, la piel se adapta a la luz y tiende a desaparecer. Se aconseja, para prevenir su aparición, que las primeras exposiciones sean cortas y con fotoprotector”, apunta el Dr. Suárez
La combinación de exposición solar y ciertos tratamientos farmacológicos puede provocar problemas en la piel, por lo que hay que ser cuidadoso y consultar con los especialistas en el momento de la prescripción o leyendo con detenimiento el prospecto, tal y como explican ambos especialistas.
El Dr. Suárez apunta que “la fotosensibilidad es una reacción anormal a la exposición solar en las zonas expuestas a la luz al estar tomando un determinado medicamento”. Por su parte, el Dr. León recuerda que medicamentos como os anticonceptivos orales “pueden producir manchas en la cara y otros que pueden producir reacciones de fotosensibilidad, con rojeces, inflamación o incluso verdaderas quemaduras a nivel corporal como algunos antihipertensivos o antibióticos. En estos casos, deberán extremase la fotoprotección y evitar la exposición o reducirla lo máximo posible”.