Depresión resistente al tratamiento: "Hay pocos psiquiatras especializados en su manejo"

La secretaria de la SEPSM, Llanos Conesa Burguet, explica en ConSalud.es en qué consiste la depresión resistente al tratamiento, que afecta a un 30% de los pacientes con este trastorno mental

La secretaria de la SEPSM, Llanos Conesa Burguet, explica en qué consiste la depresión resistente al tratamiento (Foto. ConSalud.es)
La secretaria de la SEPSM, Llanos Conesa Burguet, explica en qué consiste la depresión resistente al tratamiento (Foto. ConSalud.es)
Carmen Bonilla
19 agosto 2024 | 16:00 h
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La depresión es un trastorno mental común que implica un estado de ánimo deprimido o la pérdida del placer o el interés por actividades durante largos periodos de tiempo. Puede afectar a todos los ámbitos de la vida, incluidas las relaciones familiares, de amistad y comunitarias, y puede sufrirla cualquier persona. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en torno a 280 millones de personas sufren depresión a escala mundial, y cada año se suicidan más de 700.000 personas por esta causa. En concreto, el suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años. Pese a que existen numerosas terapias para tratar esta condición, un 30% de los pacientes es resistente al tratamiento.

“La depresión resistente al tratamiento es aquella que no se consigue eliminar con diferentes tipos de terapia, aunque no existe una clasificación o consenso oficial que concrete su definición”, explica para ConSalud.esLlanos Conesa Burguet, jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital General Universitario de Valencia y secretaria de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM). En general, se trata de trastornos depresivos que no responden a, al menos, dos tipos de tratamientos diferentes, ya sean farmacológicos o farmacológicos y psicológicos, y pautados en tiempo y dosis adecuadas.

La edad, el género o el estado de salud pueden ser factores que influyan en el riesgo de padecer depresión resistente al tratamiento. Pese a que no hay forma de predecir qué personas que padecen depresión no responderán a las terapias, podría haber poblaciones más vulnerables que otras. Por ejemplo, hay investigadores que estiman que las mujeres y personas mayores podrían padecer esta condición en porcentajes más elevados, por motivos que pueden ser tanto biológicos como psicológicos. Las personas que padecen ataques de depresión graves o frecuentes también podrían ser más susceptibles.

“La depresión resistente al tratamiento es aquella que no se consigue eliminar con diferentes tipos de terapia, aunque no existe una clasificación o consenso oficial que concrete su definición”

Además, los factores psicosociales pueden ser, a veces, un desencadenante de una depresión que se puede volver resistente con el tiempo. Uno de estos casos puede iniciarse con un acontecimiento vital, que en ese momento actúa de desencadenante. “Sin embargo, es importante señalar que la depresión es multifactorial y no se deprimen todas las personas que tienen acontecimientos vitales estresantes, sino que se deprime quien tiene una tendencia genética a padecer esa depresión”.

Es importante apuntar que muchas depresiones comienzan ‘normal’ y, con el tiempo, van adquiriendo cada vez mayor resistencia a las terapias. “Aquí es importante descartar causas físicas o psicosociales que, de alguna manera, puedan estar promoviendo o cronificando estas depresiones, así como que haya un deterioro cognitivo”. También es posible que las depresiones sean resistentes porque no solo fracasan los tratamientos farmacológicos, sino también los psicoterapéuticos.

Para hacer frente a esto hay numerosos estudios de investigación que avalan la utilidad de diferentes tipos de terapias psicológicas, tanto cognitivas conductuales como de orden de apoyo, de resolución de problemas, de habilidades sociales, de integración o de enfoque psicodinámico. En lo relativo a los fármacos, la depresión se trata con antidepresivos que, cuando fracasan, se sustituyen por otros de mecanismo dual, de acción más compleja. Si estos vuelven a fallar, la depresión pasa a considerarse resistente, y se añaden estabilizadores del humor o, incluso, antipsicóticos atípicos, que también tienen indicación en los trastornos afectivos.

"Hay pocos psiquiatras especializados en el manejo de la depresión resistente, porque en nuestro país la depresión es un tema que se trata a nivel general"

“También se puede hablar en estos casos de suplementación con hormona tiroidea y, en casos de muy alta resistencia o que fracase todo lo anterior, se puede emplear terapia electroconvulsiva o estimulación magnética transcraneal como una medida menos invasiva. Existen otras técnicas, como la estimulación cerebral profunda, pero son menos frecuentes en España”, continúa explicando la doctora, que señala que estos son algunos de los recursos que tienen disponibles los pacientes.

La falta de recursos es un problema importante, ya que la depresión resistente al tratamiento se asocia con una peor calidad de vida, mayor comorbilidad, discapacidad social y ocupacional y peores resultados terapéuticos. Ante esto, quizá prevenir la depresión podría ser un buen recurso. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los programas de prevención, como los escolares que promueven un modelo de afrontamiento positivo entre niños y adolescentes, tienen grandes beneficios. Las intervenciones dirigidas a los padres de niños con problemas de conducta pueden reducir los síntomas depresivos de los padres y mejorar los resultados de sus hijos. Finalmente, los programas de ejercicio para mayores también pueden ser eficaces para prevenir la depresión.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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