La uveítis es la inflamación de la úvea, tejido ocular situado entre la esclerótica y la retina, causada por infecciones o trastornos autoinmunes. La úvea aporta la mayor parte del suministro sanguíneo a la retina, por lo que el tratamiento temprano de su inflamación podría ser clave para evitar consecuencias en otros tejidos oculares, ya que, de no tratarse a tiempo, este proceso inflamatorio puede extenderse al vítreo y a la retina.
Por ello, un equipo investigador integrado por Francisco Bosch, director del Instituto de Ciencias Biomédicas de la CEU UCH, y los profesores e investigadores de este Instituto Salvador Mérida, Inmaculada Almansa, Vicente Villar y Amparo Navea, quienes además han trabajado junto a Carmen Desco y Cristina Peris, de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (FISABIO); María Sancho-Tello, de la Universidad de Valencia (UV); y Mari Luz Moreno, de la Universidad Católica de Valencia (UCV), han testado por primera vez en un modelo experimental la eficacia del fármaco Bevacizumab para el tratamiento de la uevítis.
El fármaco Bevacizumab se emplea en tratamientos de cáncer y en oftalmología
Sus resultados, que aportan una nueva estrategia para el tratamiento de la uevítis y la prevención de sus efectos, han sido publicados en la revista científica internacional Frontiers in Pharmacology.
En este sentido, el profesor Bosch explica que, “Bevacizumab es un fármaco empleado en inmunoterapia combinada para el tratamiento de tumores, que tiene también diversas aplicaciones oftalmológicas para tratar enfermedades oculares como la retinopatía diabética, el edema macular o el glaucoma".
CAPACIDAD ANTIINFLAMATORIA
Este equipo investigador ha estudiado por primera vez la capacidad antiinflamatoria del fármaco, frente a sus potenciales riesgos en cuanto a toxicidad, en uveítis inducida en modelo experimental.
Según destaca Francisco Bosch, "los resultados de recuento celular e histopatológicos obtenidos por nuestro equipo demuestran la capacidad preventiva de la inflamación de este fármaco, no sólo de la úvea, sino también de la retina y de la cámara vítrea. Y también permiten descartar el riesgo de degradación de la retina que podía estar asociado al uso del fármaco".
Además, los resultados obtenidos del estudio aportan datos relevantes en la polémica en torno al uso de fármacos de factor anti-crecimiento del endotelio vascular inyectables, los anti-VEGF. "Aunque el bevacizumab, comercializado como Avastin, fuera desarrollado originalmente para el tratamiento de varios tipos de cáncer, se utiliza comúnmente en oftalmología pese a no estar específicamente recomendado para ello. Nuestros resultados corroboran que en este ámbito es tan efectivo y seguro como otros medicamentos anti-VEGF, como Lucentis, que se diseñó específicamente con fines oftalmológicos, pero que tiene un coste más elevado", destaca el doctor Bosch.