Un nuevo fármaco biológico denominado tocilizumab (TCZ) sería eficaz para el tratamiento de la artritis reumatoide, según la investigación publicada en la revista Translational Research. Este medicamento actuaría sobre los principales desencadenantes de la aterosclerosis y de la enfermedad cardiovascular.
El estudio llevado a cado por científicos del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic), del Hospital Universitario Reina Sofía y la Universidad de Córdoba (UCO), se ha realizado en una cohorte de 20 pacientes con artritis reumatoide, a los que se trató con TCZ durante seis meses.
De esta manera, los resultados del estudio indican que el uso de TCZ puede contribuir a reducir el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular, principal causa de morbilidad y mortalidad asociada a estos pacientes.
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica que no tiene cura. En España se erige como un problema de salud pública, ya que se estima que la padecen más de 200.000 personas. Entre sus manifestaciones destacan las enfermedades cardiovasculares, primera causa de mortalidad de estos pacientes, por lo que el hallazgo de nuevas terapias que ayuden a mejorar la calidad de vida de estos pacientes se hace indispensable.
El estudio llevado a cado por científicos del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic), del Hospital Universitario Reina Sofía y la Universidad de Córdoba (UCO), se ha realizado en una cohorte de 20 pacientes con artritis reumatoide, a los que se trató con TCZ durante seis meses.
El uso de TCZ puede contribuir a reducir el riesgo de padecerenfermedad cardiovascular
Los investigadores han descrito en su estudio los cambios moleculares relacionados con la inflamación, y demuestran que el TCZ reduce la tendencia a la trombosis en la artritis reumatoide. El trabajo evidencia que este fármaco, además de reducir la actividad de la enfermedad, promueve el óptimo funcionamiento del tejido vascular, por lo que disminuye el riesgo cardiovascular.De esta manera, los resultados del estudio indican que el uso de TCZ puede contribuir a reducir el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular, principal causa de morbilidad y mortalidad asociada a estos pacientes.
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica que no tiene cura. En España se erige como un problema de salud pública, ya que se estima que la padecen más de 200.000 personas. Entre sus manifestaciones destacan las enfermedades cardiovasculares, primera causa de mortalidad de estos pacientes, por lo que el hallazgo de nuevas terapias que ayuden a mejorar la calidad de vida de estos pacientes se hace indispensable.