Dejar de fumar: "La AP ofrece tratamientos que multiplican hasta por tres tus posibilidades"

El comienzo de un nuevo año anima a muchas personas a abandonar el tabaco. Nos explica cómo se abordan estos casos el Dr. Raúl de Simónel, coordinador de Semergen

Hombre fumando un cigarrillo. (EP)
Hombre fumando un cigarrillo. (EP)
Javier Leunda, redactor ConSalud.es
1 enero 2024 | 00:00 h
Archivado en:

El comienzo de un nuevo año abre las puertas a que mucha gente se plantee dejar atrás los malos hábitos y se marque propósitos más saludables en su vida. Entre estos deseos, suele aparecer con fuerza dejar de fumar. No en vano, el consumo de tabaco sigue siendo la primera causa mundial de muertes y morbilidad evitable en nuestros días, siendo un factor en relación directa con la aparición del cáncer, enfermedades respiratorias y problemas cardiovasculares. Sin embargo, no siempre resulta fácil poner fin a esta adicción y la ayuda de un médico se convierte en un factor esencial.

En esta línea, los centros de salud surgen como un punto de encuentro para muchas personas que acuden en busca de ayuda profesional. El primer nivel asistencial ofrece la posibilidad de recibir tratamientos dirigidos a poner fin al tabaquismo, que como cualquier adicción es una enfermedad en sí. Un fumador que decida acudir al médico con este fin podría estar ahorrándose muchas visitas futuras relacionadas con los problemas de salud asociados al tabaco, asimismo dispondrá de más dinero en su bolsillo que solía gastar en tabaco y se lo hará ahorrar indirectamente al propio sistema de salud.

"Todos los servicios públicos de salud tienen protocolizada la manera de abordar la atención de los fumadores que desean cesar este hábito”

El coordinador nacional del Grupo de Trabajo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), el Dr. Raúl de Simón, explica a ConSalud.es que el recibimiento a los pacientes que van a una consulta para dejar de fumar consiste en incluirlos en un “programa de atención al tabaquismo; dado que todos los servicios públicos de salud tienen protocolizada la manera de abordar la atención de los fumadores que desean cesar este hábito”. Por tanto, cualquier persona en nuestro país dispone de los cauces necesarios a través del Sistema Nacional de Salud (SNS) para sacar los cigarrillos de su vida.

En relación con estos protocolos de asistencia al tabaquismo, se estructuran una serie de líneas de actuación para dar respuesta a las circunstancias asociadas y necesidades del paciente. El programa incluye “apoyo a los cambios conductuales” asociados a la ansiedad por la falta de nicotina, asimismo se analiza si cumple “los criterios para recibir un tratamiento farmacológico; de ser así, se le ofrece este tratamiento”. Igualmente, aclara, la estrategia de abordaje desde la sanidad pública tiene en cuenta “la necesidad de un seguimiento de estas personas a lo largo del tiempo”.

El mejor abordaje clínico del tabaquismo es aquel que “combina el tratamiento psicológico basado en estrategias cognitivo-conductuales con fármacos”

La labor de apoyo a los pacientes que se comprometen con dejar de fumar se convierte en un trabajo conjunto entre el médico y la enfermera, ambos profesionales pueden formar parte del proceso. “Se puede abordar conjuntamente entre médico y enfermera. La profesional de enfermería suele realizar distintos cuestionarios para analizar los niveles de dependencia y también puede ocuparse del apoyo y los consejos conductuales al paciente”, aclara De Simón, quien remarca que dentro de la historia clínica “está protocolizado todo lo que se pregunta, la entrevista clínica y los contenidos de seguimiento”.

En la actualidad, el mejor abordaje clínico del tabaquismo es aquel que “combina el tratamiento psicológico basado en estrategias cognitivo-conductuales con fármacos”, dado que el tabaquismo es “una adicción física” que también adquiere un “alto componente psicológico”. Sin embargo, la fuerte adicción que la nicotina genera en nuestro cuerpo es necesario, en muchas ocasiones, contrarrestarla irremediablemente con fármacos. “Todas las guías de actuación indican que cualquier fumador que quiera hacer un intento serio por dejar de fumar debería recibir este tratamiento a base de medicamentos”, desvela el doctor.

“Hoy en día existen tratamientos farmacológicos diversos que permiten desarrollar estrategias personalizadas, en base a la historia clínica del fumador"

De igual manera, tampoco conviene olvidar que cada caso es diferente en su grado de adicción, el tiempo que lleve fumando, las circunstancias personales o la motivación y fuerza de voluntad que presente la persona para abandonar el hábito. “Hoy en día existen tratamientos farmacológicos diversos que permiten desarrollar estrategias personalizadas, en base a la historia clínica del fumador, para saber qué tratamiento es el que mejor se adapta a sus necesidades concretas”. Así, es labor del médico descifrar el mejor camino para que el tratamiento sea más efectivo en el paciente.

De todo ello dependerá el éxito del tratamiento de deshabituación tabáquica. Si bien, tal y como aclara el experto, “cuando se utilizan fármacos para dejar de fumar se suele decir que se multiplican entre dos y tres veces las posibilidades de éxito respecto a no utilizarlos”. Por esta razón, siempre que sea posible –no se emplea en niños, adolescentes, embarazadas o casos de contraindicaciones- se recomienda la estrategia farmacológica. Igualmente, en el caso de los “fumadores de bajo consumo” tampoco es aconsejable este tipo de tratamientos al no encontrarse bien representados en los “estudios clínicos sobre su eficacia”.

Percibe en las consultas médicas dos momentos clave en los que la gente se anima más a dejar de fumar: “las primeras semanas de enero y el mes de septiembre"

De este modo, el coordinador nacional del Grupo de Trabajo de Tabaquismo de Semergen recomienda encarecidamente abandonar el consumo de tabaco “en cualquier momento del año y cuanto antes mejor”, aunque sí percibe en las consultas médicas dos momentos clave en los que la gente se anima más a dejar de fumar: “Las primeras semanas de enero y el mes de septiembre, ambas fechas relacionadas con los nuevos propósitos”. En esta línea, todo invita a que las personas que se animen puedan visitar su centro de salud y ofrecerse el mejor regalo posible para estas Navidades: apagar su último cigarrillo.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído