Se sabe que el 34% de los hospitalizados por gripe tiene una enfermedad cardiovascular de base y que el riesgo de desarrollar un infarto de miocardio durante los brotes de gripe se sitúa en torno al 10%. Sin embargo, también está demostrado que la vacuna antigripal juega un importante papel en la prevención cardiovascular, con una reducción del riesgo que oscila entre el 17 y el 54%. Por ello, y coincidiendo con el inicio de la campaña de vacunación antigripal, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) recuerda a todos los pacientes con enfermedad cardiovascular la importancia de que reciban esta vacuna porque es la medida más eficaz para prevenir la infección por el virus de la gripe y sus complicaciones. Asimismo, deben vacunarse aquellos con factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y la obesidad.
“Sabemos que el riesgo de desarrollar un infarto de miocardio durante los brotes de gripe se sitúa en torno al 10% y se mantiene elevado incluso tras el periodo de exposición al virus, de forma que hasta el 6% de los infartos se relacionan con esta infección respiratoria”, recuerda la doctora Amelia Carro, portavoz de la SEC, quien indica también que la vacunación antigripal reduce nueve veces el riesgo de infarto.
Asimismo, reduce hasta un 54% el riesgo de sufrir un evento cardiovascular. “Esto indica que la eficacia de las vacunas antigripales en la prevención cardiovascular es comparable o superior a muchas medidas de prevención secundaria, como la toma de antihipertensivos, estatinas o el abandono del hábito tabáquico”, subraya la doctora Amelia Carro. Y es que, los fármacos antihipertensivos reducen el riesgo de eventos cardiovasculares hasta un 25%, las estatinas hasta un 30% y el abandono del tabaco hasta un 43%.
La vacunación antigripal reduce hasta un 54% el riesgo de eventos cardiovasculares
Por otro lado, el estudio IAMI trial, presentado recientemente en el Congreso Europeo de Cardiología también ha demostrado la eficacia de la vacunación antigripal en un grupo concreto de pacientes. Todos aquellos que acudían al hospital para hacerse un cateterismo urgente o programado recibían la vacuna contra la gripe durante el ingreso, con independencia de que fuera o no temporada de vacunación. El estudio demostró que, al año, la vacuna reducía un 41% la mortalidad por todas las causas, un 41% la mortalidad cardiovascular pero no de forma significativa los casos de trombosis del stent y de infarto de miocardio.
Para la cardióloga, estos resultados resultan impactantes. La reducción del objetivo primario (combinado de mortalidad por todas las causas, infarto de miocardio y trombosis del stent) se reduce significativamente un 28%. Pero al analizar los componentes por separado, en objetivos secundarios, la significación no responde a reducción de infarto de miocardio ni trombosis del stent, sino a reducción de la mortalidad por todas las causas (41%). También hay reducción de mortalidad por causas cardiovasculares (41%). “La vacunación, por lo tanto, confiere una ventaja de supervivencia por mecanismos más allá de la prevención de infecciones o complicaciones infecciosas. Esto refuerza la idea de incluir la vacunación antigripal dentro de las medidas de prevención secundaria cardiovascular”, valora la doctora Carro.
La especialista en cardiología ha participado como representante de la SEC en la elaboración del libro ‘‘Revisión y análisis de las evaluaciones públicas de organismos internacionales sobre los niveles de evidencia de las nuevas vacunas antigripales’, promovido por la Asociación Española de Vacunología (AEV)
El texto revisa los niveles de evidencia y la calidad de las nuevas vacunas antigripales, sintetizando, aunando y facilitando la interpretación de las recomendaciones realizadas por diferentes organismos internacionales independientes a la luz del contexto sanitario de España. También recoge una evolución de la cobertura de vacunación antigripal en la temporada 2020-2021 y las diez previas en la población ≥ 65 años en nuestro país. Llama la atención que la pasada temporada se obtuvo una cobertura en este grupo poblacional del 67,7%, según los datos provisionales disponibles, frente al 54,7% de la campaña 2019-2020.
"El objetivo en la presente temporada es alcanzar tasas de vacunación mayores o iguales al 75%, tanto en personas mayores de 65 años como en los profesionales sanitarios. Debemos implicarnos, vacunándonos y vacunando a nuestros pacientes", remarca la doctora Carro. La SEC recuerda a todos los pacientes con enfermedad cardiovascular la recomendación de vacunarse también frente a la Covid-19.