Con un mucho de voluntad y un poco de… “por mis narices”… David Trigos se ha convertido en masajista de un equipo de fútbol, el Móstoles C.F., el que lleva sus redes sociales, el conductor de un programa de radio, guía de su hermano que perdió la vista completamente a los 12 años por un glaucoma, y alguien que ha hecho una vida que consideramos normal: “He puesto petardos con mis amigos, me he ido de fiesta…”. Y todo ello con un 79% de discapacidad visual global.
David Trigos, con 37 años, ha demostrado durante su vida que “no hay barreras ni sueños imposibles”, aunque obviamente hay cosas casi imposibles: “Yo sé que nunca podré conducir, aunque por ahora. Nunca se sabe si en el futuro inventarán un coche que pueda conducir”.
En una entrevista en Consalud Podcast ha contado su experiencia con distintas operaciones hasta que a los 12 años tuvo su última intervención, la necesidad de seguimientos, pruebas y de botox porque tiene nigtasmus, es decir, que el ojo se mueve de forma involuntaria.
Pero también ha contado cómo decidió prepararse para ser quiromasajista, una elección que tomó desde niño cuando vio que no podía jugar al fútbol, cómo acabó precisamente asistiendo a futbolistas, cómo se maneja en el campo y con los jugadores, o cómo lleva ocho años llevando las redes sociales o haciendo fotos. “Los niños me gritan: ¡David, a la izquierda!, ¡David, a la derecha!.. En cuanto veo al árbitro, que siempre va más colorido, enfilo hacia allí”. “Vivo enamorado de todo ello” y de “los gestos tan nobles, tan reales y tan de verdad de los niños”. Una entrevista en la que demuestra que los obstáculos se pueden sortear y que ningún sueño es completamente imposible.