La meta fijada para el año 2015 de personas en tratamiento para el VIH se fijó en los 15 millones. El objetivo fue superado en dos millones de personas. En 2016, los líderes se comprometieron a asegurar que el 90% de las personas que viven con VIH conozcan su estado serológico, a que el 90% de las personas diagnosticadas recibiesen el tratamiento y a que el 90% de las personas que ya lo reciben supriman la carga viral. Ese año se alcanzó el compromiso global para acelerar la respuesta contra el VIH y poner fin a esta epidemia para el 2030.
Las naciones acordaban una agenda urgente sin precedentes que proporcionaba un mandato global con el que acelerar la respuesta en la lucha contra el VIH en los siguientes cinco años. En este punto de encuentro los líderes mundiales reconocieron que ningún país había conseguido todavía poner fin al sida y que ninguno podía quedarse rezagado en la respuesta. Motivo por el que, además de la implementación de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible por parte de los miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se estableció que esta meta únicamente podría materializarse si se alcanzaban una serie de objetivos acelerados para 2020.
En base a estos compromisos se pretendía establecer un impulso en la lucha contra el sida que tendría como resultado una reducción tanto de las nuevas infecciones como de las muertes relacionadas con el sida a alrededor de 500.000 en 2020. Cifra que representaba una reducción del 75% en la incidencia del VIH y de la mortalidad relacionada con el sida en comparación con los datos del año 2010.
El 2020 ha pasado. Un año marcado por la crisis sanitaria provocada por la pandemia que ha afectado notablemente a los objetivos. De acuerdo con los datos hechos públicos por Gilead Science, han sido muy pocos los países que aprovechado el impulso generado. A pesar de que se han registrado avances importantes en el África subsahariana y en regiones del Caribe, estos se han visto contrarrestados por las epidemias emergentes en otras regiones. Entre 2010 y 2019 se ha producido un aumento de las nuevas infecciones del 72% en Europa oriental y en Asia central, un 22% en Oriente Medio y África septentrional y un 21% en América Latina. Estas cifras dejan una conclusión muy clara y preocupante: la lucha global contra el VIH avanza de forma muy lenta.
“Después de tantos años de avances ganados a pulso, sería una tragedia ver un nuevo repunte de las infecciones de VIH”
A nivel mundial no se ha cumplido con ninguno de los compromisos adquiridos y tampoco se han logrado alcanzar los hitos fijados como el triple 90. Las cifras que vemos en la actualidad muestran casi 700.000 muertes por causas relacionadas con el sida y más de 1,5 millones de nuevas infecciones en 2020, a pesar de que las opciones terapéuticas y preventivas están disponibles y son asequibles.
10 COMPROMISOS PARA 2020 QUE NO SE HAN CUMPLIDO
- Garantizar que 30 millones de personas que viven con el VIH tengan acceso a tratamientos mediante el cumplimiento de las metas 90-90-90 para 2020.
- Eliminar las nuevas infecciones por VIH en niños para 2020 y, a su vez, garantizar que 1,6 millones de niños tengan acceso a tratamientos para el VIH en 2018 y 1,4 millones en 2020.
- Garantizar el acceso a opciones de prevención combinada incluyendo la profilaxis previa a la exposición, la circuncisión masculina médica voluntaria, la reducción de daños y los preservativos a al menos el 90% de la población para 2020, especialmente las mujeres jóvenes y las adolescentes en países de alta prevalencia y las poblaciones clave.
- Eliminar las desigualdades de género y acabar con las formas de violencia y discriminación contra las mujeres y niñas, las personas que viven con el VIH y los grupos de población clave, para el 2020.
- Garantizar que el 90% de las personas jóvenes tengan las habilidades, los conocimientos y la capacidad que necesitan para protegerse del VIH y que tengan acceso a los sistemas de salud sexual y reproductiva para 2020, a fin de reducir el número de nuevas infecciones por VIH en adolescentes y mujeres jóvenes a menos de 100.000 al año.
- Garantizar que el 75% de las personas que viven con el VIH o que estén en situación de riesgo o que se vean afectadas por el VIH, se beneficien de protección social sensible con respecto al VIH para el año 2020.
- Garantizar que como mínimo el 30% de todas las prestaciones de servicios estén dirigidas por la comunidad para el año 2020.
- Garantizar que las inversiones en VIH aumenten a 26.000 millones de dólares estadounidenses para 2020, incluyendo una cuarta parte para la prevención del VIH y el 6% para los habilitadores sociales.
- Empoderar a las personas que viven con el VIH, en situación de riesgo por el VIH y que se ven afectadas por el VIH para que se conozcan sus derechos, accedan a la justicia y a servicios legales para prevenir y dar respuesta a violaciones de derechos humanos.
- Comprometerse a sacar al sida del aislamiento mediante sistemas centrados en las personas para mejorar la cobertura sanitaria universal, incluido el tratamiento de la tuberculosis, el cáncer de cuello uterino y la hepatitis B y C.
¿CUÁL ES LA REALIDAD?
Desde ONUSIDA informan de que solo entre 2015 y 2020 se han producido 3,5 millones de nuevas infecciones por VIH y más de 820.000 muertes relacionadas con el sida más de lo previsto. Pero no todo es negativo.
A nivel mundial no se ha cumplido con ninguno de los compromisos adquiridos y tampoco se han logrado alcanzar los hitos fijados como el triple 90. Las cifras que vemos en la actualidad muestran casi 700.000 muertes por causas relacionadas con el sida y más de 1,5 millones de nuevas infecciones en 2020
Dos países han logrado reducir un 75% las nuevas infecciones entre 2010 y 2019: Singapur y Trinidad y Tobago. Además, 22 países están en vías de alcanzar una reducción del 90% para el año 2030.
En relación a la reducción de las muertes por causas relacionadas con el sida, nos encontramos ante uno de los objetivos más prometedores en la última década. Cierto es que la meta se había fijado en un descenso de medio millón por año, pero a nivel global, se ha logrado una reducción del 39% entre 2010 y 2019: 680.000. ONUSIDA informa de que 26 países se encuentran en vías de lograr una reducción del 90% para el 2030.
La fotografía que observamos (datos relativos al 2020) en datos es la siguiente:
- El número de personas que viven con el VIH y conocen su estado es del 84%.
- Las personas que viven con el VIH y están en tratamiento representan el 73%.
- El 66% de las personas que viven con VIH tienen supresión viral.
Las metas fijadas para 2030 están cada vez más cerca. Las inversiones realizadas y medidas establecidas relacionadas con el VIH son todavía insuficientes y se han visto agravadas como consecuencia de la Covid-19. Las desigualdades existentes favorecieron la expansión del SARS-CoV-2 y se han acentuado en estos dos últimos años, demostrando la fragilidad de los avances alcanzados. Tal y como señalan desde el Fondo Mundial, por primera vez en sus 20 años de historia, se han registrado serios retrocesos en la lucha contra el VIH y el sida en los países con menos recursos.
“Después de tantos años de avances ganados a pulso, sería una tragedia ver un nuevo repunte de las infecciones de VIH”, lamenta el director Ejecutivo del Fondo Mundial, Peter Sands. En 2020, 6,1 millones de personas no sabían que tenían VIH y 10,1 millones, a pesar de contar con un diagnóstico, no recibían ningún tipo de tratamiento.