Este jueves 23 de septiembre se ha celebrado el cuarto foro IDIálogoS para una mejor Sanidad, dando así continuidad a la serie iniciada a principios de año para abordar con reconocidos expertos las posibles soluciones a los problemas actuales del sistema sanitario, bajo el paraguas del “Manifiesto por una mejor Sanidad” publicado por la Fundación IDIS.
En concreto en esta sesión se han revisado el principio 6 del Manifiesto: Eficiente, abordando temas como la necesidad de que las organizaciones sanitarias tengan capacidad de gestión estratégica, económica y de personal; y el principio 7: Reformista e Innovadora, es decir, una sanidad abierta a planes y reformas basados en la investigación y la innovación responsable.
La jornada ha comenzado con la bienvenida de Juan Abarca Cidón, presidente de la Fundación IDIS, que ha señalado que “la eficiencia debe ser un valor intrínseco en cualquier sector”, destacando la importancia de “medir”, indicando que “se trata de una asignatura pendiente de la sanidad pública”. En términos de una sanidad reformista e innovadora no ha dudado en pedir “cambios audaces, disruptivos y basados en la innovación”.
El debate se ha iniciado bajo la moderación de Marta Villanueva Fernández, directora general de la Fundación IDIS, y ha contado con la participación de Jon Darpón, COO-vicepresidente de Operación e Infraestructura de Keralty Health y exconsejero de Salud del Gobierno Vasco; y Julio Mayol, director médico del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y Académico Correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina.
“La sociedad española, en la práctica totalidad, quiere que ambos principios se cumplan en la sanidad”, ha abierto el debate Villanueva. La eficiencia en la sanidad se ha presentado como el primer tema central del coloquio. “Lo que no se mide no mejora y este es uno de los principios básico de la gestión”, manifiesta Darpón. Un término que, en su opinión, no se comprende del todo en nuestro sistema sanitario que “necesita reformas y tiene que adaptarse a las necesidades de la sociedad”.
LA SOCIEDAD HA CAMBIADO
“El problema es que tenemos un sistema que ha funcionado razonablemente, pero las sociedades cambian. Corremos el riesgo de desengancharnos de la sociedad a la que tenemos que proveer de salud. Hablar de salud es algo bastante intangible y tenemos que convertirlo en métricas con las que todos estemos de acuerdo”, declara por su parte Mayol. En este sentido ha puesto de relieve una serie de problemas como son “la enorme variabilidad de resultados, la gran cantidad de eventos adversos que generan nuestras no decisiones, la cantidad de cosas inútiles que hacemos porque siempre se han hecho así, la inequidad infradiagnosticando e infratratando a quien no lo necesita y la poca prevención”.
“Estamos utilizando dinero público y debemos rendir cuentas. No con el objetivo de penalizar sino para ver dónde están los problemas y buscar las soluciones”
La fotografía planteada por los expertos requiere de “un cambio cultural”, en palabras de Villanueva, que pone la pandemia como posible revulsivo de este. “Si lo ha sido. Debemos estar muy orgullosos de cómo se ha afrontado la pandemia. Ha contrabalanceado la medicina presencial y la telemedicina, acelerando algunos temas que no terminaban de cuajar”, explica Darpón. “De la pandemia vamos a sacar un sistema sanitario mejor y unos profesionales sanitarios con mayor prestigio entre la sociedad”.
Por su parte Mayol ha calificado la situación como “compleja”, poniendo énfasis en “la exhibición de compromiso que han hecho en esta pandemia nuestros profesionales sanitarios”. “No tengo tan claro que la experiencia vivida vaya a transformarse en inteligencia, capacidad de entender el sistema para responder, en los estamentos más altos”, ha aseverado criticando que “podemos reaccionar de una forma conservadora, en el peor sentido de la palabra”.
EL SISTEMA DEBE FLEXIBILIZARSE
Uno de los grandes cambios planteados que deben abordarse ha sido la necesidad de flexibilidad el sistema. “Estamos utilizando dinero público y debemos rendir cuentas. No con el objetivo de penalizar sino para ver dónde están los problemas y buscar las soluciones”, argumenta Mayol. “El problema es que cuando no entendemos las nuevas formas de pensar surge una fricción. Nuestro reto es reconsiderar cuál es la relación entre el sistema y los propios profesionales”.
“La Administración es muy garantista pero reconoce muy mal la individualidad”, comenta en esta línea Darpón. “Para esto necesitamos medir resultados, publicarlos siendo transparentes y transmitirlos a los profesionales”. Un reto sobre el que Mayor ha señalado que “no podemos construir nuevos silos, sino abordar el problema”, por lo que es necesario apostar por la visibilidad de los profesionales. “Todo esto requiere mucho análisis desde el punto de vista de las ciencias del comportamiento”.
“Innovar no es incorporar el último fármaco. Innovar es gestionar mejor el proceso, cuestionar constantemente cómo estamos haciendo la gestión del proceso”, ya que partimos de un sistema sanitario “robusto, pero muy reacio a los cambios”
El debate avanza hasta poner el foco en la colaboración público-privada. “Tenemos un gran sistema sanitario público y, en un momento como este, no podemos prescindir de los servicios de la privada. La colaboración mejoraría el sistema”, en palabras de Darpón. “Para un ciudadano lo importante es contar con un sistema que le resuelva sus problemas, equitativo y de calidad sin importar la titularidad”. Un sistema “complejo” en los argumentos de Mayo que ha expuesto que el Gobierno debe garantizar “más salud para sus ciudadanos, garantizando el acceso a todo el mundo ya que bloquear la colaboración público-privada es un gran error”.
SANIDAD REFORMISTA E INNOVADORA
La pandemia nos ha abierto los ojos ante la necesidad de reformas que ahora se erigen como más necesarias que nunca. “Parece que cuando se habla de innovación hablamos de incorporar mejores tecnologías, pero la innovación tiene que hacerse desde el diseño de los procesos”, ha explicado Villanueva.
“La inteligencia no está en las soluciones sino en formular bien las preguntas”, ha aseverado Mayol. “Dependiendo como te formules la pregunta puede que obtengas una respuesta que te satisfaga pero que no resuelva el problema. Debemos analizar todos los puntos del proceso y no simplemente un resultado en relación a un proceso”.
“Necesitamos que desde arriba nos digan las reglas del juego, qué nos van a medir, y nosotros hacer el plan de acción para conseguir ese éxito que se busca”, añade. “No toda la innovación cuesta dinero, pero si toda debe generar valor”.
“Innovar no es incorporar el último fármaco. Innovar es gestionar mejor el proceso, cuestionar constantemente cómo estamos haciendo la gestión del proceso”, ya que partimos de un sistema sanitario “robusto, pero muy reacio a los cambios”, completa el argumento Darpón.
Ambos coinciden en la necesidad de cambiar el modelo, apostar por la integración de los procesos y la interoperabilidad técnica, semántica y organizativa. “Todo el mundo tiene datos pero no tenemos sistemas interoperables. Algo básica no solo en el sentido de la tecnología, sino en cómo pensamos nosotros”, apostilla Mayol.
Como no podía ser de otra forma, el coloquio ha finalizado poniendo el foco en el papel de los pacientes. “Partimos de un sistema muy paternalista y está cambiando porque nadie mejor que el propio paciente sabe lo que necesita. Debemos incorporar pacientes y asociaciones en las estructuras y órganos de toma de decisiones porque nos van a orientar mucho mejor en los resultados de la salud”, resume Darpón.
“Pacientes somos o seremos todos. No solo necesitamos la voz del paciente experto y organizado sino pensar también en aquellos que no se encuentran representados”, concluye Mayol.