Lunes, 16 de octubre. Esta es la fecha que ha elegido el Gobierno Vasco para poner en marcha el banco de leche materna de Euskadi, una iniciativa que comenzó a fraguarse gracias a la recogida de firmas de una enfermera de la Unidad Neonatal del Hospital Universitario de Cruces (Vizcaya), tal y como informó en marzo el periódico El Correo. El lehendakari, Iñigo Urkullu, y el titular de la Consejería de Salud, Jon Darpón, señalaron en la presentación del centro que la apertura de este banco "supone un avance sustancial del Sistema Sanitario Público Vasco (Osakidetza), lo que aportará beneficios en términos de salud y bienestar al conjunto de la sociedad vasca".
La iniciativa del País Vasco se suma a la inauguración del banco de leche materna de la Comunidad Valenciana, integrado en el Centro de Transfusión de la autonomía que preside Ximo Puig. La nueva institución, que dará servicio a los ciudadanos de Valencia, Castellón y Alicante, toma el relevo del Hospital Universitario y Politécnico de La Fe. Esta prestación sanitaria, que durante siete años ha asumido en exclusiva el centro hospitalario situado en Valencia, se extiende "ante la creciente demanda de otros departamentos de salud de la Comunidad Valenciana", según afirmó la consejera de Sanidad, Carmen Montón.
"Los bancos de leche no entran en contradicción con la lactancia materna, sino que contribuyen a su mayor éxito"
Resulta evidente que los responsables de salud pública de las comunidades autónomas están poniendo de manifiesto la importancia de la leche materna. En este sentido, la Asociación Española de Bancos de Leche Humana (Aeblh) explica que estos centros son "aquellos dispositivos sanitarios establecidos para la obtención de leche humana a fin de recogerla, procesarla, almacenarla y dispersarla, con todas las garantías sanitarias, a los pacientes que precisen de este producto biológico".
Desde Aeblh subrayan que "los bancos de leche no entran en contradicción con la lactancia materna, sino que contribuyen a su mayor éxito". Para ser precisos, el trabajo de estas instituciones hace posible el estudio y perfeccionamiento de técnicas que colaboran en el mantenimiento de la lactancia, la resolución transitoria de los problemas de alimentación del recién nacido o el fomento de la sensibilización social con la leche materna, un producto de "gran valor"
LOS BANCOS DE LECHE HUMANA, PRESENTES EN DIEZ COMUNIDADES
Las regiones lideradas por Urkullu y Puig no son las únicas autonomías que albergan un banco de leche materna en España. En concreto, existen dos clases de centros en nuestro país: los englobados en los centros de transfusión de sangre y tejidos, con operatividad autonómica, y los integrados en unidades de Neonatología, en las que algunos centros hospitalarios estatales son referente internacional.
Comunidad de Madrid, Andalucía y Galicia son las tres autonomías que cuentan con bancos de leche materna integrados en unidades de Neonatología
Extremadura, Castilla y León, Aragón, Baleares y Cataluña son, junto a la Comunidad Valenciana y el País Vasco, las siete autonomías que cuentan con un banco de leche materna comprendido en sus centros de transfusión de sangre y tejidos. Por su parte, Galicia, Andalucía y Comunidad de Madrid son las tres regiones que poseen bancos en el seno de unidades de referencia concretas.
En relación a este último caso, el Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid), el Hospital Universitario Virgen de las Nieves (Granada), el Hospital Álvaro Cunqueiro (Vigo)y el Hospital Clínico Universitario de Santiago son los cuatro centros sanitarios españoles que acogen bancos de leche humana en sus áreas de Neonatología. Algunos de ellos, como el caso del hospital madrileño, ofrecen una atención neonatal muy avanzada, tal y como sucede en países como Estados Unidos, Canadá o Australia.
En la actualidad, la única autonomía que está en fase de creación de un banco de leche materna es Cantabria, una región que se ha comprometido a proporcionar a los recién nacidos la mejor alimentación posible. Un sustento que, en líneas generales, se administra a pequeños que sufren cardiopatías, han nacido con menos de 32 semanas de gestación o con un peso inferior a los 1.500 gramos.