La alergia respiratoria afecta a una cuarta parte de la población en los países desarrollados, y es una de las causas más frecuentes de consulta médica. Sus principales manifestaciones son la rinitis y el asma alérgicas. Hasta un 50% de los pacientes con alergia respiratoria son sensibles a los ácaros del polvo, uno de los alérgenos de interior más frecuentes.
Con la llegada, tanto de la primavera como del otoño, la enfermedad alérgica respiratoria (rinitis, asma) provocada por los ácaros del polvo inicia su temporada más fuerte. Aunque no se trata de una enfermedad estacional, puesto que los pacientes sufren esta enfermedad durante todo el año, ésta se intensifica en las épocas en las cuales la temperatura y la humedad resultan más favorables al desarrollo de los ácaros.
Con la llegada, tanto de la primavera como del otoño, la enfermedad alérgica respiratoria provocada por los ácaros del polvo inicia su temporada más fuerte
Así, una temperatura de entre 25ºC y 35ºC, y una humedad relativa de entre un 50% y un 75% son algunos de los factores clave para su desarrollo.
Para las personas con enfermedad alérgica respiratoria por alergia a los ácaros del polvo puede ser muy complicado evitar los síntomas, porque éstos están presentes en todas partes. Además, quienes viven en zonas de costa están especialmente expuestos a este tipo de asma.
Tanto la rinitis como el asma alérgicas pueden tratarse de forma sintomática, con antihistamínicos, descongestivos nasales, broncodilatadores, etcétera, pero si se confirma la alergia a los ácaros, es posible seguir un tratamiento con inmunoterapia específica con alérgenos que actúe directamente sobre el mecanismo desencadenante de la enfermedad.
INMUNOTERAPIA CON ALÉRGENOS
La inmunoterapia con alérgenos es el único tratamiento que actúa sobre la etiología de la enfermedad modificando la respuesta inmunológica a dicho alérgeno.
Este tratamiento se basa en la administración continuada de dosis del alérgeno causante de los síntomas. Dicha administración provoca una serie de cambios en el sistema inmune que regulan o modifican la reacción alérgica. Además, tiene un efecto a largo plazo e incluso puede impedir el desarrollo de asma en pacientes con rinitis alérgica.
La inmunoterapia con alérgenos es el único tratamiento que actúa sobre la etiología de la enfermedad modificando la respuesta
Los nuevos formatos sublinguales en forma de liofilizado oral permiten, a su vez, que el paciente pueda administrarse la inmunoterapia en su domicilio sin tener que acudir a la consulta médica. No obstante, se recomienda que la primera dosis se administre bajo la supervisión de un especialista.