Esta semana varios medios de comunicación se han hecho eco de la muerte de una niña en el Hospital Clínico de Valencia después de someterse a unas pruebas para la alergia. Finalmente los primeros resultados de la autopsia han descartado una relación entre las mismas y el fallecimiento de la menor. Este hecho no le extraña al presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), Joaquín Sastre, quien afirma en declaraciones a ConSalud.es que “el riesgo de reacciones no es que sea mínimo, es que es nulo”.
Los especialistas hacen referencia a un documento reciente elaborado por la Seaic sobre la seguridad y la calidad que deben tener todas y cada una de las pruebas que se realizan para conocer alguna alergia. Es el documentoRESCAL (Recomendaciones de Seguridad y Calidad en Alergología) y su objetivo principal es proporcionar una serie de recomendaciones que permitan desarrollar la práctica clínica alergológica en este contexto.
“Hay unos protocolos que están consensuados y que es lo que hay que seguir por calidad y, sobre todo, por seguridad del paciente"
El manual identifica y clasifica las patologías alérgicas, así como los procedimientos incluidos en la cartera de servicios de la especialidad de Alergología. Establece niveles de estratificación de riesgos de los distintos procedimientos alergológicos y detalla los requerimientos tanto de personal, como estructurales y de tiempos.
“Se describen a modo de guía, los recursos estructurales y humanos necesarios para atender las patologías y los procedimientos de acuerdo con su complejidad, así como los tiempos para llevarlos a cabo”, apunta la doctora Mar Reaño, presidenta del Comité de Calidad y Seguridad Asistencial de la Seaic. “Por otro lado, define también el concepto de ’Hospital de Día de Alergia’, que tiene en cuenta el nivel de riesgo del procedimiento así como el tiempo que el paciente ha de permanecer en observación de forma independiente al riesgo de la prueba”.
Por su parte, Joaquín Sastre añade que “hay unos protocolos que están consensuados y que es lo que hay que seguir por calidad y, sobre todo, por seguridad del paciente. De cualquier manera, las pruebas que se le hicieron a la niña tienen realmente una seguridad absoluta”.