Los ciclos circadianos, esas 24 horas que nuestro reloj biológico ha adaptado a la rotación de la Tierra, se caracterizan por regular las funciones críticas de los seres humanos. Estas son: el comportamiento, los niveles de hormonas, el sueño, el ritmo cardiaco, el metabolismo o la presión arterial. Teniendo en cuenta esto, desde hace años la medicina está apostando por ver cómo los tiempos de nuestro cuerpo influyen en las terapias y tratamientos de las enfermedades como el cáncer.
La conocida como cronoterapia empezó a despuntar en estudios como la eficacia de la vacuna de la gripe. Un equipo de investigadores de la Universidad de Birmingham descubrió que aquellas personas que habían recibido su dosis en horario matutino presentaban más anticuerpos que los que habían recibido la vacuna por la tarde. Es decir, la respuesta del sistema inmunológico era mejor a primera hora del día que a la tarde.
Ahora se sabe que eso también se incluye en las actividades que hacemos y el sueño o la memoria. Con todo ello, diversas investigaciones han buscado el momento del día más idóneo para administrar terapias en enfermedades como la hipertensión, el asma, la artritis o alergias. Aunque en el día a día en la práctica médica no siempre se tiene en cuenta, los estudios continúan hallando que el mejor momento para ser intervenido en reemplazo de la válvula aórtica es a las últimas horas del día, en vez de por la mañana, como reflejó un estudio publicado en la revista The Lancet, o que hay una hora específica que hacen más efectiva las terapias del cáncer.
Si se le añade el efecto de las horas y el ritmo de nuestro cuerpo, las dosis podrían disminuir, o hacer los tratamientos más efectivos a falta de mejores terapias
La radioterapia y la quimioterapia, los principales tratamientos del cáncer junto con la inmunoterapia, se han visto que son más eficientes según el reloj biológico. Estas terapias suponen en muchos casos altas dosis e importantes niveles de toxicidad para los pacientes. Si se le añade el efecto de las horas y el ritmo de nuestro cuerpo, las dosis podrían disminuir, o hacer los tratamientos más efectivos a falta de mejores terapias. Se ha demostrado en distintos tipos de cáncer, y un último estudio lo ha hecho para el cáncer metastásico cerebral.
QUIMIOTERAPIA PARA METÁSTASIS CEREBRAL
La metástasis cerebral se produce cuando las células tumoreales se expanden por el cerebro matando a las células sanas. Su tratamiento se enfoca principalmente a reducir el dolor y los síntomas que causa este cáncer. Uno de ellos es la quimioterapia. Su efecto se ve frenado, según refleja un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de West Virginia, por la barrera hematoencefálica, que protege al cerebro de toxínas y gérmenes, pero esta barrera cambia con el reloj biológico, y ahí se ha querido centrar esta investigación publicada en Frontiers in Oncology
Los investigadores probaron con ratos que tenían cáncer de mama que habia viajado al cerebro. Algunos recibieron el tratamiento a la luz del día, otros durante la noche, cuando los ratones tienen su periodo de vida más activo. Los hallazgos descubrieron que la quimioterapia que administraron durante la fase de oscuridad eliminó más células tumorales cerebrales que las que se administraron en la fase de luz.
Aumentaron la tasa de supervivencia media en aproximadamente un 20 %
Además, los tratamientos de fase oscura también hicieron un mejor trabajo al retrasar los síntomas neurológicos, como patrones extraños para caminar y pérdida de control muscular. Y aumentaron la tasa de supervivencia media en aproximadamente un 20 %.
“Se ha demostrado que la cronoquimioterapia es beneficiosa durante años, en términos de cáncer periférico, pero por alguna razón, esa ciencia básica no se está traduciendo a la práctica clínica”, señala William Walker, autor de la investigación.. “Creo que es un paso importante. Ese es mi objetivo al iniciar mi propio laboratorio: tratar de crear conciencia para que podamos traducir parte de la ciencia básica que vemos en la práctica clínica para mejorar los resultados de los pacientes”.