El cáncer de riñón es el más letal de todos los tumores genitourinarios. El único tratamiento curativo del cáncer renal cuando la neoplasia se encuentra localizada en el órgano es la cirugía radical o parcial, quitar el riñón completo o parte de él. Existen diferentes tipos de abordajes, como las técnicas mínimamente invasivas ablativas. Estas técnicas permiten conservar el riñón tratando exclusivamente al tumor y están destinadas a pacientes con tumores renales pequeños, múltiples, pacientes con un solo riñón y pacientes con elevado riesgo quirúrgico que no podrían ser sometidos a tratamientos más agresivos. La crioterapia destaca sobre otras técnicas ablativas por sus mejores resultados oncológicos.
De acuerdo con el doctor Carlos Suárez Fonseca, del Grupo de Urología de Mínima Invasión del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, los resultados tempranos de la crioablación percutánea muestran resultados favorables con tasas de control local del 83% al 95%.
El cáncer de riñón representa entre el 2 y el 3% de los tumores en el adulto y es la novena neoplasia más frecuente. Es ligeramente más frecuente en el varón y su incidencia aumenta con la edad, constituyendo el 2% de las muertes por cáncer.
La crioterapia en masas renales es un procedimiento mínimamente invasivo, con una frecuencia baja de complicaciones
Recientemente las técnicas ablativas mínimamente invasivas han emergido como unaopción potencial de tratamiento para el carcinoma de células renales clínicamente localizado.La crioablación renal efectiva se ha conseguido mediante abordaje abierto y laparoscópico, así como por vía percutánea, guiada por técnica de imagen (ECO o TAC).
Según el especialista, el procedimiento requiere de anestesia generaly dependiendo de donde esté localizado el cáncer se puede realizar mediante laparoscopia 3D o mediante abordaje percutáneo (sin cirugía). En ambos casos la estancia hospitalaria es de 24 horas sin graves complicaciones.
“La crioterapia en masas renales es un procedimiento prometedor, mínimamente invasivo, con una frecuencia baja de complicaciones y una opción válida de tratamiento en pacientes adecuadamente seleccionados, en los que es importante la conservación del riñón”, concluye el doctor Carlos Suárez Fonseca.