Cualquier persona que tenga relaciones sexuales puede estar en riesgo de contraer virus del papiloma humano (VPH), una enfermedad relacionada con distintos tipos de cáncer y problemas de salud reproductiva. Este virus es la infección de transmisión sexual más común a nivel mundial, y de ella se conocen más de 200 subtipos. Actualmente, se estima que entre el 85% y el 90% de la población sexualmente activa (tanto hombres como mujeres) adquirirán el virus en algún momento de su vida.
La forma más habitual de contagiarse de VPH es mediante relaciones sexuales sin protección con una persona, que en muchas ocasiones puede no presentar síntomas. Esto se debe a que pueden pasar meses o años entre el contagio y la aparición de sintomatología. Generalmente, este virus se transmite por vía sexual infectando la piel o las mucosas de las áreas genitales pero, en algunos casos puede manifestarse en el área bucal y la región faringoamigdalar.
Los grupos poblacionales que cuentan con mayor riesgo de contraer VPH son, a parte de hombres y mujeres que mantienen relaciones sexuales sin protección con personas infectadas, los pacientes inmunosuprimidos, las mujeres con antecedente de VPH en el área ginecológica, pacientes con antecedentes de cualquier otra ETS o personas que han desarrollado lesiones clínicas en el área perianal o genital.
La mayoría de los casos (en torno al 90%), desaparecen de forma espontánea, pero hay otros en los que el organismo no logra eliminarlo y se puede llegar a desarrollar cáncer
La mayoría de los casos (en torno al 90%), desaparecen de forma espontánea, pero hay otros en los que el organismo no logra eliminarlo y se pueden llegar a desarrollar lesiones benignas, como verrugas, premalignas o incluso cáncer. Las verrugas cutáneas y genitales, conocidas también como condilomas, son lesiones benignas, molestas y contagiosas. Sin embargo, la mayoría de ellas se pueden eliminar fácilmente con tratamiento quirúrgico láser.
Por otro lado, aquellos pacientes contagiados por alguno de los 14 genotipos de VPH considerados de alto riesgo pueden llegar a desarrollar displasia. En función del grado y del tiempo de evolución, puede llegar a producir cáncer anal. Para estos pacientes es importante el diagnóstico precoz mediante pruebas específicas y un control periódico de un médico especialista.
Para el cribado y detección del VPH anal, las herramientas disponibles son la citología anal, el serotipaje del VPH y la anoscopia de alta resolución. En este contexto, el equipo de Proctología de la Unidad de Cirugía Barcelona, liderado por el Dr. Manuel Prados Guzmán junto con el Dr. Elvis Vargas Castillo en el Hospital Universitari Dexeus, dispone de una avanzada tecnología THD ProctoStation para el control y tratamiento del VPH por infección anal con la Anoscopia de Alta Resolución.
Gracias a esta plataforma multifunción, se pueden realizar chequeos anales completos para el diagnóstico de distintas enfermedades de transmisión sexual (ETS) y otros tipos de patologías anorrectales. La técnica de la anoscopia con THDProctostation, además de la exploración del canal anorrectal con imágenes de alta resolución, también permite tomar muestras de tejidos para su posterior análisis en anatomía patológica.
“Es probable que las personas no sean conscientes de que están infectadas por el virus por ser asintomáticos, por la ausencia de lesiones aparentes o porque estas son difíciles de ver. Por ello la prevención y detección temprana con revisiones periódicas y hacer un seguimiento adecuado son clave para evitar contraer enfermedades como el VPH. Con esta avanzada tecnología realizamos el cribado del VPH con la anoscopia de alta resolución para obtener el diagnóstico y tratamiento de estas patologías anorrectales en consulta”, explica el Dr. Prados, cirujano jefe de la unidad.
Dr. Prados: “Es probable que las personas no sean conscientes de que están infectadas por el virus por ser asintomáticos, por la ausencia de lesiones aparentes o porque estas son difíciles de ver"
Finalmente, la prevención puede ir de la mano de la inmunización. En este sentido, hay actualmente una vacuna de gran eficacia contra el VPH cuya administración se recomienda antes del inicio de las relaciones sexuales. En el caso concreto de España, esta vacuna se administra de manera gratuita a los 12 años, en forma de dos dosis con una separación de al menos cinco o seis meses.
Por otro lado, también se vacuna a adolescentes de 13 a 18 años en caso de que no se hayan vacunado antes o que estén parcialmente vacunados. Sin embargo, si la vacunación se inicia en esta franja de edad, se administrarán tres dosis con pauta 0, 1-2, 6 meses. Además, en función de la comunidad autónoma, se vacuna también a otros grupos de riesgo con una pauta de tres dosis.