Esnifar cafeína en polvo. Esta es la última moda entre los jóvenes españoles y que está experimentando un aumento preocupante en los últimos meses. La moda, importada de Estados Unidos y popularizada a través de las redes sociales, implica inhalar cafeína pura, lo que puede equivaler a consumir hasta 28 tazas de café de una sola vez.
En declaraciones a ConSalud.es, el Dr. Benjamín Climent Díaz, jefe Clínico Medicina Interna de la Unidad Toxicología Clínica del Hospital General Universitario de Valencia, explica que “la cafeína tiene unas acciones en el organismo que podrían resumirse en vasoconstricción cerebral y vasodilatación periférica, aumenta la secreción de ácido gástrico, aumenta la frecuencia respiratoria, efecto diurético, estimula lipólisis y gluconeogénesis, relaja musculatura lisa y aumenta capacidad de contracción músculo estriado, aumenta la frecuencia cardiaca y contractilidad miocardio, también la tensión arterial, y produce palpitaciones y arritmias”.
El experto apunta que la intoxicación por cafeína puede producir manifestaciones gastrointestinales como náuseas y vómitos; cardiovasculares, como hipertensión arterial, síndrome coronario agudo y arritmias cardiacas; neurológicos y psiquiátricos, como insomnio, ansiedad, irritabilidad, agitación, cefalea, acúfenos, temblores, fasciculaciones y convulsiones. “Puede producir también poliuria, alteraciones hidroelectrolíticas secundarias a la misma y aumento de la presión intraocular”, añade.
“Por vía nasal, se produce una absorción más rápida y los efectos se alcanzan mucho antes”
Tras inhalar cafeína, el especialista indica que la persona puede experimentar un aumento de la sensación de energía, autoconfianza y estado de alerta y una mejora del humor. Además potencia los efectos reforzantes y estimulantes de la nicotina.
Según detalla el Dr. Climent, “cuando se consume por vía oral, la cafeína tiene un pico plasmático que se alcanza al cabo de 1 o 2 horas de la ingesta, los síntomas pueden prolongarse varias horas. Por vía nasal, se produce una absorción más rápida y los efectos se alcanzan mucho antes”.
En cuanto a la dosis que puede ser peligrosa, el doctor establece que “en los adultos la dosis tóxica de cafeína se sitúa por encima de 500 mg y la potencialmente mortal en 10 gramos. Tengamos en cuenta que una taza de café puede contener entre 80-100 mg de cafeína, una bebida de cola puede contener unos 50 mg, pero una bebida energizante puede oscilar entre 50 y 300 mg”.
Además, los preparados de cafeína para inhalar no se encuentran regulados en nuestro país actualmente, por lo que, explica el experto, “no hay datos sobre el contenido en cafeína y si lleva asociadas otras sustancias. Por datos de otros países, el contenido en cafeína es muy alto, por lo que existe un potencial peligro de intoxicación. No debemos olvidar que la cafeína produce tolerancia y dependencia, por lo que su uso y abuso a dosis altas generará un trastorno adictivo”.
“Una taza de café puede contener entre 80-100 mg de cafeína y en adultos la dosis tóxica de cafeína se sitúa por encima de 500 mg”
Por ello, el Dr. Climent destaca que es importante la prevención del consumo de cafeína por vía nasal debido a las connotaciones con el consumo de otros tóxicos por esta vía. “La educación sobre los efectos tóxicos de altas dosis de cafeína, las interacciones si se consume concomitantemente con algunos fármacos y la sumación de efectos tóxicos con otras drogas de abuso psicoestimulante como la cocaína, anfetaminas y derivados, catinonas, es fundamental para que no nos encontremos con un nuevo problema de salud”, alerta.
“El uso de cafeína inhalada es la evolución del consumo de cafeína a dosis altas para fines psicoestimulantes. Las bebidas energizantes han sido el paso previo a esta nueva forma de consumo. Se llegó a comercializar cafeína en polvo para disolver en bebidas. Estas dosis altas de cafeína sí han ocasionado problemas clínicos, aunque en España no tenemos registros de ello. Hemos visto desde arritmias cardiacas, crisis de ansiedad y convulsiones en pacientes jóvenes con abuso de este tipo de bebidas”
Los expertos muestran preocupación por el auge de la moda de la “vía nasal” para el consumo de sustancias de abuso como la cocaína, anfetaminas y derivados, ketamina, catinonas, etc, para lograr efectos rápidos e intensos evitando la vía oral con sus limitaciones metabólicas. “Es muy importante el hecho de las interacciones entre la cafeína, drogas de abuso y fármacos, ya que en muchos casos la toxicidad va a ser sumatoria por efectos simpaticomiméticos, con un elevado riesgo de complicaciones graves”, concluye Climent.