Natural de Navaconcejo (Cáceres), Fidel Carrón ‘Lito’, vive en China desde hace poco más de un año. Allí trabaja como entrenador de porteros de un equipo que milita en segunda división. Pese a que su residencia habitual se encuentra en Urumqi (Xinjiang), una ciudad al noreste del país, actualmente está desplazado al sur para hacer la pretemporada con su club, “ahora estamos en Kunmíng, en la provincia de Yunnan, al suroeste de China”.
Lito conoce bien el país, llegó a él en 2015 donde entrenó durante dos años a otro equipo. Regresó a España, y tras su paso por el C.D. Leganés, la Federación Española de Fútbol y la Escuela de Entrenadores de Madrid, en 2018 decidió volver. Desde allí ha hablado con ConSalud.es para contarnos cómo se vive la amenaza del coronavirus desde cerca.
“No salimos de la base, vamos de la habitación a entrenar y de entrenar a la habitación”
Según los últimos datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Yunnan son ya 83 los afectados. “Hay temor… Me llama mucho la atención la poca gente y el poco movimiento de la ciudad. Además, la poca gente que he visto, va con mascarilla”, nos relata.
Tanto su equipo como él se encuentran recluidos en el centro de alto rendimiento donde entrenan, “no salimos de la base, vamos de la habitación a entrenar y de entrenar a la habitación”. No obstante, este extremeño reconoce estar tranquilo “aquí, de momento, estamos más tranquilos que en otras provincias. Los médicos del club están muy pendientes de nosotros, nos toman la temperatura, nos han dado mascarillas y una serie de pautas a seguir para evitar el contagio”. Asegura, incluso, estar tomando una medicina preventiva, “todos los días nos dan un líquido chino que dicen que es para prevenir”.
Muy diferente es la situación de alguno de sus compañeros de profesión residentes en Wuhan (Hubei), epicentro del brote, “conozco a un entrenador español que vive allí, Oliver Cuadrado”. Cuadrado es uno de los repatriados que han llegado hoy a Madrid. En una conversación entre ambos, este le aseguró a Lito que ellos "no podían salira la calle" y definió Wuhan como "la ciudad fantasma”.
MEDIDAS DE CONTROL Y SEGURIDAD
Pese a estar recluido en el centro de entrenamiento de Kunmíng, el extremeño tuvo que realizar un viaje exprés a Hong Kong por un asunto con su visado. Recientemente, las autoridades de la antigua colonia británica anunciaban la puesta en marcha de diversas medidas para evitar la extensión del brote. Entre ellas, destacaba el cierre temporal de algunas de las fronteras con China continental, “me dijeron que iba a tener problemas para entrar en Hong Kong”, asegura.
Para su asombro, lo ocurrido fue todo lo contrario: “me sorprendió la poca medida de seguridad. Rellené un papel donde me preguntaban si había estado en Wuhan o en la provincia de Hubei y si tenía una serie de síntomas”. Les bastó con su palabra, “no me tomaron ni la temperatura”.
Ahora, desde el centro de entrenamiento de Kunmíng, junto a su equipo y la incertidumbre de saber cuándo podrá volver a la ciudad en la que reside, Lito espera paciente a que la situación se supere.