James Bushe, escocés de 31 años, se ha convertido en el primer piloto comercial de Europa con VIH. Su sueño se ha visto cumplido por fin después de que en 2017 intentase convertirse en piloto de aviación civil y su solicitud fuese denegada debido a su enfermedad según la normativa de Aviación Civil (CCA, por su siglas en inglés) y de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés).
Hasta el momento este piloto había decidido mantener su caso en el anonimato. Bajo el pseudónimo "Pilot Anthony" compartía en Twitter su ardua lucha para convertirse en piloto y ahora ha decidido hacer público su caso. “Si una sola persona se beneficia con esto que estoy haciendo, entonces es lo correcto”, ha destacado en una entrevista concedida a la BCC a través de la que ha compartido su lucha contra la discriminación por su enfermedad.
En 2017 intentó acceder a la formación como piloto pero le fue denegado el permiso tras no superar el control médico debido a estar infectado con el VIH. La normativa de la CAA determinaba que los pilotos que había completado su formación podían continuar volando en caso de contraer el VIH siempre que estuviesen sujetos a controles médicos.
Bushe, al estar infectado antes de iniciar su formación, recibió la negativa como respuesta. Ahora esta normativa ha sido modificada gracias a su lucha ya que se sustentaba en estudios realizados en la década de los 90 por lo que estaban completamente desactualizados.
“La razón residía en que la CCA consideraba que existía el riesgo de que una persona con VIH positivo quedara incapacitada durante el vuelo. Un problema que debería aplicarse a otras enfermedades como la diabetes”, explica Bushe.
“Una persona que recibe el tratamiento adecuado para el VIH puede tener carga indetectable. No puede transmitir el virus y no representa ningún riesgo ni para ellos mismos ni para otras personas”.
La lucha de Bushe contra las autoridades por esta norma ha resultado victoriosa. Desde ahora las personas con VIH podrán acceder a la formación para obtener la licencia que les permita volar aunque se les restrinja a operaciones multipiloto.
James fue diagnosticado con VIH hace cinco años. Comenzó a volar con 15 años y a los 17 consiguió la licencia de piloto privado. “Esta ha sido mi sueño de toda la vida y cuando vi que se truncaba por tener VIH fue devastador”.
“Mi mensaje para cualquier persona que viva con VIH es que se enfrente a la discriminación y la desafíe ya que se puede vencer”
Tras 18 meses de entrenamiento, James explica que volar “era una sensación increíble”. “La alegría que sentí al volar cuando comencé a entrenar es a día de hoy mucho mayor a la luz de esta victoria”, explica en referencia su batalla contra las autoridades.
“Mi mensaje para cualquier persona que viva con VIH es que se enfrente a la discriminación y la desafíe ya que se puede vencer”.
La esperanza de vida de las personas diagnosticadas con VIH es actualmente muy similar a la esperanza media de vida de la población no infectada. Y esto es gracias a los avances que se han producido en los últimos años en la terapia antirretroviral que reduce la capacidad del virus para atacar al sistema inmunitario del cuerpo.
“Estamos muy contentos de ver a James comenzar su carrera después de haber terminado su entrenamiento como piloto comercial. Ha trabajado duro para crear conciencia sobre los desafíos a los que se enfrentan los aspirantes a piloto que viven con el VIH”, ha señalado el doctor Ewan Hutchison, jefe de evaluación médica en el CAA.
“En los último años hemos promovido cambios a nivel internacional en la normativa en relación a las afecciones médicas que afectan a los pilotos, incluido el VIH”, concluye el doctor indicando que la EASA está realizando una revisión de las investigaciones recientes relacionadas con el VIH para modificar la normativa y cuyos resultados publicará próximamente.