Madrid, Amberes, Turín, París, Milán y Barcelona son las seis ciudades con mayor mortalidad a causa de dióxido de nitrógeno (NO2) de Europa. La contaminación producida por las calefacciones, fábricas y el tráfico de vehículos de las grandes zonas urbanas son la causa de miles de muertes prematuras en las principales áreas metropolitanas de la Unión Europea.
Tal y como refleja una investigación del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), tres ciudades españolas se encuentran entre las diez ciudades con mayor carga de mortalidad por NO2: Madrid, Barcelona y Mollet del Vallès; ninguna urbe española está entre las diez principales ciudades con mayor carga de fallecimientos por el material particulado fino PM2,5; pero tampoco entre las ciudades que menos mortalidad tienen a causa de estas partículas contaminantes.
La contaminación causa más muertes cardiovasculares que la obesidad, el colesterol alto o el sedentarismo. También es causante de enfermedades respiratorias y alergias, e incluso se ha relacionado con una mayor gravedad de la Covid-19. Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado unas nuevas directrices de calidad del aire que según ha descubierto ISGlobal podrían evitar 114.000 muertes cada año en las ciudades europeas, el doble de los fallecimientos que se reducían con la anterior pauta de 2005. En concreto, para el PM2,5 se evitarían 109.188 muertes prematuras cada año, y para el dióxido de nitrógeno 57.030 fallecimientos.
"Las nuevas pautas globales de calidad del aire de la OMS ofrecen un marco mucho mejor para proteger la salud humana y prevenir una gran cantidad de muertes”, señala en nota de prensa Sasha Khomenko
La investigación publicada en The Lancet Planetary Health ha analizado cómo las nuevas directrices afectarían a la carga de mortalidad de 1.000 ciudades europeas. En el estudio, recogido en la página web de ISGlobal, se detallan los niveles que hay de material particulado y dióxido de nitrógeno en cada ciudad, las muertes que se evitarían si se cumplieran las pautas de 2005 y las de las nuevas directrices, siguiendo los datos de contaminación del aire de 2015.
“A pesar de que no existe un umbral de exposición seguro por debajo del cual la contaminación del aire se vuelve inocua, estos nuevos resultados muestran cómo las nuevas pautas globales de calidad del aire de la OMS ofrecen un marco mucho mejor para proteger la salud humana y prevenir una gran cantidad de muertes”, señala en nota de prensa Sasha Khomenko, investigadora y autora principal del estudio. Los nuevos datos muestran que el número de muertes evitables es mucho mayor si se adoptan como objetivos los nuevos niveles de referencia de la OMS. Este efecto es mucho más notorio en el caso del NO2.
Si tomamos los datos de Madrid, nombre en el que el estudio no solo se ha incluido la ciudad de Madrid sino también ciudades como Leganés, Getafe, Móstoles o Alcobendas, las cifras de material particulado actuales son de 12,8 ug/m3, por encima de las 5 ug/m3 que recomienda actualmente la OMS. En este caso la nueva recomendación para este contaminante evitaría 1.876 muertes, en vez de las 686 muertes que se evitaban con las indicaciones de 2005. En el caso en la ciudad que tuviera los niveles más bajos de esta sustancia conocidos en otras ciudades se evitarían 2.179 fallecimientos.
En cuanto al dióxido de nitrógeno, siendo este espacio metropolitano el que mayor carga de mortalidad tiene de este compuesto gaseoso en Europa (siendo la cifra de 39,2 ug/m3a menos de un punto del límite máximo de la Unión Europea y por encima de la recomendación de la OMS que se ubica en 10ug/m3), con las actuales pautas habría 1.966 defunciones menos, una cifra mucho mayor que si se siguieran las indicaciones de 2005 que señala 206 muertes menos. En el caso en el que Madrid tuviera la misma contaminación que la ciudad con menor contaminación del estudio, se tendrían 2.380 muertes menos.
El porcentaje de personas que vivía en zonas con concentraciones de contaminación superiores a las nuevas recomendaciones son el 99,8% en PM2,5 y 99,7% en NO2 de la población urbana, respectivamente
En el caso de Barcelona también cuenta con una demarcación que supera el área metropolitana de la propia Barcelona, como son ciudades como Badalona, Terrassa o L’Hopitalet de Llobregat. Esta demarcación tiene unos niveles de material particulado mayores que Madrid, 16,8 ug/m3, y su control según las recomendaciones de la OMS evitaría 2.215 muertes, casi el doble de las 1.297 defunciones que se estimaban según las normas de 2005. En cuanto al dióxido de nitrógeno, con 38,9 ug/m3, Barcelona evitaría 1.554 muertes según las nuevas pautas de la Organización Mundial de la Salud.
¿CUÁLES SON LAS CIUDADES CON MENOS CARGA DE MORTALIDAD EN EUROPA?
Mientras que el porcentaje de personas que vivía en zonas con concentraciones de contaminación superiores a las recomendaciones anteriores de la OMS era del 84% para PM2,5 y del 9% para NO2, para las nuevas recomendaciones estas cifras se elevan al 99,8% y 99,7% de la población urbana, respectivamente. Lo que refleja que se necesita en Europa medidas para bajar estas cifras.
En general, son las ciudades del norte de Europa las que tienen menos nivel de contaminación y por tanto menos muertes asociadas a él. Es el caso de Reikiavik (Islandia), Tromso (Noruega) y Umea (Suecia) en el caso del PM2,5 y de nuevo Tromso, Umea y Oulu (Findalndia) en cuanto a NO2.
“Necesitamos urgentemente reducir el uso de combustibles fósiles, eliminar los automóviles privados y agregar más espacios verdes en nuestras ciudades. Esto no solo reducirá la contaminación del aire, sino que también contribuirá a la acción climática, que es una de nuestras más altas prioridades para la humanidad”, destaca Mark Nieuwenhuijsen , autor principal del estudio y director de Planificación Urbana, Iniciativa de Medio Ambiente y Salud en ISGlobal