La Agencia Europea de Medioambiente (AEMA) ha publicado su evaluación completa de “La calidad del aire en Europa 2023”, con datos extraídos del sistema de informes de la AEMA el 13 de febrero de 2023 y los datos de 2022 al 20 de marzo de 2023. En ella se presenta la situación completa de la calidad del aire en Europa y se evalúan los niveles de contaminantes atmosféricos en el aire ambiente y los compara con los estándares de la Unión Europea (UE) establecidos en las directivas de calidad del aire y las pautas globales de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La conclusión es clara: el número de muertes prematuras o aquellas que sufren enfermedades debido a la contaminación atmosférica sigue disminuyendo en nuestro continente pero se necesitan medidas “más ambiciosas” para cumplir las directrices sanitarias de la OMS y reducir las sustancias tóxicas, por lo que la contaminación atmosférica sigue planteando riesgos significativos para la salud en Europa.
En el marco del Plan de Acción de Contaminación Cero del Pacto Verde Europeo, la Comisión Europea estableció el objetivo para 2030 de reducir el número de muertes prematuras causadas por contaminantes atmosféricos, como el monóxido de carbono o el dióxido de carbono, en al menos un 55 % en comparación con los niveles de 2005. Es más, la contaminación por dióxido de nitrógeno causó en la UE 49.000 muertes prematuras y la exposición al ozono, 24.000 fallecimientos.
El 97% de la población urbana estuvo expuesta a concentraciones de partículas finas por encima de la directriz anual de la OMS de 2021
Además de muertes prematuras, la contaminación atmosférica provoca problemas de salud y supone costes significativos para el sector sanitario. Por ejemplo, en este último año, la exposición a partículas contaminantes produjo un equivalente a más de 175.000 años de vida con discapacidad debido a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en 30 países europeos.
Con este fin, la Comisión Europea publicó en 2022 publicó una propuesta para revisar las directivas de calidad del aire ambiente, con el objetivo, entre otras cosas, de alinear más los estándares de calidad del aire con las recomendaciones de la OMS. Pero, a pesar de las reducciones en las emisiones, en 2021 la mayor parte de la población urbana de la UE estuvo expuesta a niveles de contaminantes atmosféricos clave que son perjudiciales para la salud. Concretamente, el 97% de la población urbana estuvo expuesta a concentraciones de partículas finas por encima de la directriz anual de la OMS de 2021.
En 20 países de la UE informaron concentraciones por encima del valor límite diario y 4 países informaron de concentraciones por encima del valor límite anual. Asimismo, 27 países europeos informaron concentraciones por encima del nivel de referencia diario y anual de la OMS.
Si lo comparamos con las cifras del año anterior, las cifras varían ligeramente: 21 países registraron concentraciones por encima del valor límite diario de la UE; 11 países registraron concentraciones por encima del valor límite anual de la UE y todos los países notificaron concentraciones por encima del nivel referencia de la OMS e Islandia fue el único país europeo que no registró concentraciones por encima del nivel de referencia de la OMS.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA ACABAR CON ESTO?
El reto al que nos enfrentamos es mayúsculo. La OMS advierte de que el 99% de las personas respiran aire insalubre que procede, fundamentalmente, de la quema de combustibles fósiles. Esta actividad genera emisiones de efecto invernadero que aumentan la temperatura media del planeta con consecuencias catastróficas en múltiples aspectos. "El cambio climático está haciendo que millones de personas enfermen o sean más vulnerables a las enfermedades en todo el mundo", declaraba el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“La crisis climática es una crisis de salud. Las mismas opciones insostenibles que deterioran nuestro planeta están provocando la muerte de seres humanos. Necesitamos soluciones transformadoras para desenganchar al mundo de su adicción a los combustibles fósiles, reimaginar economías y sociedades centradas en el bienestar y salvaguardar la salud del planeta, del que depende la salud humana”, continuó destacando.
"La crisis climática es una crisis de salud. Las mismas opciones insostenibles que deterioran nuestro planeta están provocando la muerte de seres humanos"
La Dra. Carmen Diego, Secretaria general de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y experta en patologías respiratorias, las principales enfermedades causadas por la contaminación, sabe cuál es la solución: “las instituciones gubernamentales tienen que establecer más medidas dirigidas a esa disminución de la contaminación. Sobre todo en las grandes ciudades donde hay más población”.
Asimismo, la gente que ya tiene alguna enfermedad crónica deben de tener en cuenta varios hábitos. “Evitar salir a las horas punta de tráfico; también evitar hacer ejercicio o ventilar la casa durante estas horas, porque en el caso de lo segundo, es posibles que las partículas contaminantes del exterior puedan influir en aire de interiores. No quiero trasmitir que la gente no salga, pero que intente no ir a lugares donde hay tanto tráfico, porque al fin y al cabo, es el responsable de la mayor fuente de contaminación de las ciudades”, termina contando la experta.