Varias pueden ser las causas por las que se comienza a padecer faringitis, un proceso en el cual la pared de la faringe, cubierta de mucosa, se inflama haciendo que el habitual paso de alimentos, líquidos y aire por esa zona se vuelva complicado y a ratos molesto. Esta inflamación aparece, además, con más frecuencia en épocas de bruscos cambios de temperatura como ocurre durante el invierno con la bajada de temperaturas.
Por otra parte, la faringitis puede aparecer por motivos infecciosos. No es fácil escapar de procesos virales que son habituales durante los meses de invierno como el resfriado común o la gripe, momentos en los que las defensas del organismo presentan unos niveles más bajos. Esta situación favorece la proliferación de microorganismos y su posible infección, dando paso a síntomas como la molestia, el conocido como carraspeo, el enrojecimiento de la faringe e incluso puede provocar fiebre o escalofríos.
Para intentar prevenir que aparezca la faringitis, expertos como el Dr. Carlos Ramírez, de la SEORL, recomiendan que se intente evitar la exposición tanto a cambios bruscos de temperatura como al uso prolongado de la calefacción. Por otra parte, este experto aconseja que, de manera "constante", se lleve a cabo una correcta hidratación, acompañada de una dieta equilibrada, el uso de humidificadores y de medidas higiénicas como lavarse las manos.
En definitiva, los profesionales sanitarios recomiendan que el cuidado de la faringe, y del resto de partes de la garganta, se extreme durante el invierno debido a la importancia que recae sobre este órgano del cuerpo humano al estar implicado tanto en las funciones del aparato digestivo como del respiratorio.
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El Dr. Carlos Ramírez recomienda evitar la exposición a cambios bruscos de temperatura y medidas como la constante hidratación o el uso de humidificadores
Una de estos orígenes puede ser el inflamatorio, producido por situaciones como la sequedad del ambiente o el uso calefacción. Éste último, cuando se usa de manera excesiva y al contrarrestar entre el calor del interior de los edificios con el frío ambiental que se encuentra al salir al exterior, puede llegar a provocar la irritación de la garganta o la aparición de tos. Es más, la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) ha advertido de su uso porque con él se incrementan los problemas en la garganta.Por otra parte, la faringitis puede aparecer por motivos infecciosos. No es fácil escapar de procesos virales que son habituales durante los meses de invierno como el resfriado común o la gripe, momentos en los que las defensas del organismo presentan unos niveles más bajos. Esta situación favorece la proliferación de microorganismos y su posible infección, dando paso a síntomas como la molestia, el conocido como carraspeo, el enrojecimiento de la faringe e incluso puede provocar fiebre o escalofríos.
Para intentar prevenir que aparezca la faringitis, expertos como el Dr. Carlos Ramírez, de la SEORL, recomiendan que se intente evitar la exposición tanto a cambios bruscos de temperatura como al uso prolongado de la calefacción. Por otra parte, este experto aconseja que, de manera "constante", se lleve a cabo una correcta hidratación, acompañada de una dieta equilibrada, el uso de humidificadores y de medidas higiénicas como lavarse las manos.
Los expertos piden que se extreme el cuidado de la faringe en invierno por su importancia en las funciones del aparato digestivo y respiratorio
No obstante, en el caso de que el común dolor de garganta evolucione a una faringitis, debido a la infección a causa de la bacteria estreptococo, los expertos recomiendan que se acuda cuanto antes a un médico para que él determine cuál es el tratamiento más adecuado en cada caso atendiendo a las causas, a la evolución y a la gravedad que curse la enfermedad. Aún así, en webs de salud y bienestar como la de Reig Jofré se puede encontrar información referente a este tipo de infecciones comunes, con consejos y recomendaciones sobre las mismas.En definitiva, los profesionales sanitarios recomiendan que el cuidado de la faringe, y del resto de partes de la garganta, se extreme durante el invierno debido a la importancia que recae sobre este órgano del cuerpo humano al estar implicado tanto en las funciones del aparato digestivo como del respiratorio.
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