Un estudio publicado en la revista 'Environmental Health Perspectives' muestra que la exposición a sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFA) comienza antes del nacimiento, lo que predispone a los niños a futuros problemas de salud como la obesidad.
La exposición a las llamadas "sustancias químicas para siempre" durante el embarazo se relacionó con índices de masa corporal ligeramente superiores y un mayor riesgo de obesidad en los niños, según un nuevo estudio de Environmental Health Perspectives dirigido por investigadores de la Universidad Brown, en Estados Unidos.
El nuevo estudio, financiado por el programa Influencias Ambientales en los resultados de la salud infantil de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, incluye un conjunto de datos mucho más amplio con centros de investigación de todo el país
Aunque este vínculo se ha sugerido en investigaciones anteriores, los datos no han sido concluyentes. El nuevo estudio, financiado por el programa Influencias Ambientales en los resultados de la salud infantil de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, incluye un conjunto de datos mucho más amplio con centros de investigación de todo el país, señala el autor principal, Yun "Jamie" Liu, investigador postdoctoral asociado en epidemiología de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Brown. "Los hallazgos se basaron en ocho cohortes de investigación ubicadas en diferentes partes de Estados Unidos, así como con diferentes características demográficas. Esto hace que las conclusiones de nuestro estudio sean más generalizables al conjunto de la población" destaca Liu.
ECHO es un programa de investigación a nivel nacional apoyado por los NIH con el objetivo de comprender los efectos de una amplia gama de influencias ambientales tempranas en la salud y el desarrollo infantil. El estudio utilizó datos recogidos durante dos décadas de 1.391 niños de entre 2 y 5 años y sus madres. Se inscribieron en centros de investigación ECHO de California, Illinois, Massachusetts, Colorado, New Hampshire, Georgia y Nueva York.
Miles de PFAS individuales se utilizan en textiles repelentes al agua y al aceite, productos de cuidado personal, espumas contra incendios, envases de alimentos, productos médicos y muchos otros productos domésticos. Los PFAS tóxicos son increíblemente duraderos y se cree que persisten en el medio ambiente durante miles de años, por lo que se les conoce como "sustancias químicas para siempre".
Los investigadores analizaron los niveles de siete PFAS diferentes en muestras de sangre recogidas de madres durante el embarazo. A continuación calcularon el índice de masa corporal de cada niño, una medida aproximada de la grasa corporal. Descubrieron que los niveles más altos de PFAS en la sangre de la madre durante el embarazo estaban relacionados con IMC ligeramente más altos. El aumento del riesgo de obesidad se observó por igual en niños y niñas.
La exposición a los PFAS ha cambiado con el tiempo debido a que algunos fabricantes han eliminado voluntariamente su uso en respuesta a la preocupación por los efectos asociados sobre la salud, así como por su persistencia en el medio ambiente
Estas asociaciones se observaron incluso a niveles bajos de exposición a PFAS, subraya el autor principal Joseph Braun, profesor de epidemiología y director del Centro de Salud Ambiental Infantil de la Escuela de Salud Pública de Brown. Según Braun, es importante tener esto en cuenta, ya que la exposición a los PFAS ha cambiado con el tiempo debido a que algunos fabricantes han eliminado voluntariamente su uso en respuesta a la preocupación por los efectos asociados sobre la salud, así como por su persistencia en el medio ambiente.
Braun explica que "el hecho de que veamos estas asociaciones a niveles relativamente bajos en una población contemporánea sugiere que, aunque el uso de PFAS en los productos ha disminuido, las mujeres embarazadas de hoy en día aún podrían estar en riesgo de sufrir daños. Esto significa, según nuestros hallazgos, que sus hijos también podrían correr el riesgo de sufrir efectos nocivos para la salud asociados a los PFAS".
Este tipo de datos puede ayudar a informar e influir en la política medioambiental y las directrices de seguridad
En los últimos 10 años, Braun ha participado en múltiples estudios sobre los efectos de los PFAS en la salud infantil. Este tipo de datos, afirmó Braun, puede ayudar a informar e influir en la política medioambiental y las directrices de seguridad.
"Existe un interés continuo por comprender los efectos de la exposición a PFAS de bajo nivel en la salud de los niños --afirma Braun--. Estudios como éste pueden ayudar a los investigadores y a los responsables políticos a comprender mejor los riesgos de los PFAS con el fin de tomar medidas eficaces para proteger a las poblaciones vulnerables".
Liu indica que las investigaciones futuras examinarán la asociación entre la exposición materna a PFAS y los resultados de salud relacionados con la obesidad en niños mayores, y eventualmente en adolescentes y adultos.