Un estudio revela que el consumo crónico de alcohol produce disfunción eréctil. Según la investigación, liderada por la a Universidad Complutense de Madrid (UCM), el CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) y la Red de Investigación en Atención Primaria en Adicciones (RIAPAd), esto se debe a un aumento de oxidación en una de las proteínas implicadas en la erección, la guanilato ciclasa.
“Estos resultados, por un lado, abren nuevos horizontes en el tratamiento de la disfunción eréctil y, por otro, generan conciencia en la sociedad sobre otro aspecto derivado del consumo abusivo de alcohol”, destaca Miguel Ángel Olivencia, investigador del Departamento de Farmacología y Toxicología de la UCM.
La investigación se ha realizado empleando un modelo de ratón de exposición crónica al etanol. Por un lado, el estudio ha medido la presión intracavernosa del pene de los animales, observando que a menor llenado de sangre, menos presión y peor erección. Por otro lado, se realizaron curvas dosis-respuesta a diferentes fármacos, entre los que se encontraban el sildenafilo y estimuladores o activadores de la guanilato ciclasa. Además, se cuantificaron los niveles de estrés oxidativo en el pene de estos animales tratados con etanol.
Leticia Gil de Biedma: "Hemos demostrado que, efectivamente, el consumo crónico del alcohol produce disfunción eréctil y hemos desvelado uno de los posibles mecanismos”
Con el estudio, publicado en la revista British Journal of Pharmacology, los investigadores señalan que cuando la proteína implicada en la erección está oxidada, es menos funcional, por lo que la erección será menor. La exposición crónica al etanol altera la principal vía de señalización implicada en la erección. A esta vía, va también dirigido el tratamiento de la disfunción eréctil, el sildenafilo o Viagra. En este sentido, el estudio sugiere también que fármacos activadores de la guanilato ciclasa, independientes del estrés oxidativo, podrían ser efectivos en los pacientes en los que la Viagra es ineficaz.
“Existían estudios en los que había una asociación entre la dependencia al alcohol y disfunción eréctil, pero sin demostrarse la causa-efecto. Con este estudio, a nivel experimental, hemos demostrado que, efectivamente, el consumo crónico del alcohol produce disfunción eréctil y hemos desvelado uno de los posibles mecanismos”, concluye Leticia Gil de Biedma, investigadora del Departamento de Farmacología y Toxicología de la UCM.
En este trabajo, además de la UCM, el CIBERES y la RIAPAd, han participado el Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón, el Instituto de Investigación Sanitaria Hospital 12 de Octubre, el Instituto de Salud Carlos III y el Hospital Universitario Ramón y Cajal.