Tanto las consejerías de Sanidad como el Ministerio y los neumólogos comparten posicionamiento en relación a los riesgos para la salud del cigarrillo electrónico. El pasado mes de febrero la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, advertía de riesgos para la salud “tanto en el uso de los productos tradicionales del tabaco, como en los denominados productos de tabaco por calentamiento (sin combustión) y de los dispositivos susceptibles de liberación de nicotina (cigarrillos electrónicos)”, y, por tanto, aconseja no consumir ninguno de estos productos.
La Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud no aconseja consumir ni productos de tabaco por calentamiento sin combustión ni los dispositivos susceptibles de liberación de nicotina
Esta es la línea que están siguiendo las comunidades autónomas en sus estrategias contra el consumo de tabaco. La última, la consejería de Salud de Murcia que durante la presentación de su plan regional recordaba que el consumo de cigarrillos electrónicos y de productos de tabaco sin combustión provocan efectos perjudiciales para la salud. Sobre estos últimos, que han salido al mercado recientemente, como es el caso de IQUOS de Philip Morris, el director general de Salud Pública y Adicciones de la Región de Murcia, José Carlos Vicente, explicaba que se trata de dispositivos que generan un aerosol que contiene nicotina en proporción igual o superior a la de los cigarrillos electrónicos tradicionales con combustión, por lo que produce los mismos efectos fisiológicos y adictivos de la nicotina.
LOS NEUMÓLOGOS, TAMBIÉN EN CONTRA
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) advertía hace unos días de que estudios recientes demuestran que el dispositivo IQUOS no evita la presencia de sustancias tóxicas que son nocivas para el organismo del fumador.
Uno de los estudios que así lo avalan es el publicado por el doctor Reto Auer y otros autores en JAMA Internal Medicine, en el que se compara el contenido del humo de IQUOS con el de los cigarrillos convencionales. Los resultados mostraron que el dispositivo de Philip Morris contenía componentes volátiles orgánicos e hidrocarburos policíclicos aromáticos en el humo de IQUOS. La mayoría de los elementos del humo se encontraron en menor concentración que en el humo de cigarrillos convencionales, pero hubo un hidrocarburo policíclico aromático cancerígeno, el acenafteno, que se detectó en una concentración en humo de IQOS de más del doble a la que se encontró en los cigarrillos convencionales.
Por otra parte, desde Separ también han denunciado en numerosas ocasiones los peligros de los cigarrillos electrónicos, también conocidos como vaporizador. Recientemente, el presidente de esta sociedad científica, el doctor Carlos Jiménez, explicaba que los niveles de níquel hallados en el vapor de los cigarrillos electrónicos “son más elevados que los detectados en el humo de los cigarrillos. La International Agency for Research on Cancer clasifica todas estas sustancias como carcinogénicas, sin determinar un umbral de seguridad para su consumo. Además, algunas de estas sustancias tienen capacidad para producir daño en el intersticio pulmonar", precisaba el facultativo.