En los últimos años la evidencia científica ha mostrado cómo la diabetes mellitus tipo 2se asocia con déficits neurobiológicos y cognitivos. Sin embargo, en la actualidad se desconoce el alcance de este impacto, así como su superposición con los efectos asociados al envejecimiento y cómo influye en la eficacia de los tratamientos en estos pacientes.
Aproximadamente el 6,6% de la población global padece diabetes tipo 2. Personas que presentan un mayor riesgo de desarrollar demencia y alzhéimer como consecuencia del rendimiento cognitivo inferior que muestran en comparación con población sana de la misma edad. Diversos estudios han relacionado la diabetes tipo 2 con atrofia cerebral y problemas asociados a la cognición.
La actualización de estos estudios ha arrojado nueva evidencia que muestra que la diabetes tipo 2 acelera el deterioro cognitivo de una forma más rápida que la reportada por el proceso del envejecimiento natural. Este es el punto de partida de la investigación que nos ocupa fundamentada en el análisis de los datos del Biobanco de Reino Unido que incluyó 1.012 pacientes con diabetes tipo 2 y 19.302 personas sin diabetes, con edades comprendidas entre los 50 y los 80 años. Los resultados han sido publicados en eLife.
Tal y como exponen los autores para el desarrollo de este trabajo se analizaron 34 estudios cognitivos y 60 estudios de neuroimagen: 30 centrados en personas con diabetes tipo 2 y 30 focalizados en el envejecimiento en población general. En comparación con la edad, el sexo, la educación y la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2 se asoció con marcados déficits cognitivos, especialmente en lo referente al funcionamiento ejecutivo (grupo de habilidades mentales que incluyen la memoria funcional, el pensamiento flexible y el autocontrol) y la velocidad de procesamiento (rapidez con la somos capaces de captar la información, se comprende y se comienza a responder).
Los biomarcadores basados en neuroimágenes pueden proporcionar una valiosa medida complementaria de la progresión de la diabetes tipo 2, así como de la eficacia de los tratamientos en función de los efectos neurológicos
El meta-análisis realizado destaca también que se ha hallado una asociación entre la diabetes tipo 2 y la atrofia de la materia gris. Una asociación muy significativa que se detecta dentro del cuerpo estriado ventral, cerebelo y putamen (estructura situada en el centro del cerebro que, junto con el núcleo caudado, forma el núcleo estriado), lo que implica una reorganización de la actividad cerebral con disminución en el caudado y la corteza premotora así como aumentos en el área subgenual, corteza orbitofrontal, tronco encefálico y corteza cingulada posterior.
“Los cambios estructurales y funcionales asociados a la diabetes tipo 2 muestran una marcada superposición con los efectos que se correlacionan con la edad, pero aparecen antes, y la duración de la enfermedad está relacionada con una neurodegeneración grave”, destacan los autores.
El impacto neurocognitivo de la diabetes tipo 2 sugiere una marcada aceleración del envejecimiento cerebral normal. En base a esto el estudio señala que la atrofia de la materia gris provocada por la diabetes tipo 2 se produjo un 26% más rápido que la observada en el proceso de envejecimiento normal en personas sin diabetes tipo 2.
En base a la investigación sus responsables recomiendan que, en términos clínicos, los biomarcadores basados en neuroimágenes pueden proporcionar una valiosa medida complementaria de la progresión de la diabetes tipo 2, así como de la eficacia de los tratamientos en función de los efectos neurológicos.