La Coordinadora Nacional de Artritis, ConArtritis, ha publicado su estudio ‘La Consulta a Consulta’, un análisis que nace para mejorar la comunicación entre las personas que van a la consulta con artritis reumatoide (AR), artritis psoriásica (APs), artritis idiopática juvenil (AIJ) y espondiloartritis (EA) y los profesionales sanitarios que las atienden.
Para obtener resultados se han realizado entrevistas en profundidad basadas en cuestionarios previamente trabajados y avalados por pacientes y especialistas. Además, se realizaron encuestas a profesionales de terapia ocupacional, preparación física, psicología y nutrición. Estos profesionales debían contar con 5 años de experiencia como mínimo y un 60% de actividad asistencial en la sanidad pública.
En este estudio se analizó la percepción de las personas con artritis y espondiloartritis y de los profesionales que lo atienden, además de la calidad de la comunicación que existe entre ellos. Esta falta de información se traduce en un obstáculo para el abordaje y tratamiento de estas patologías reumáticas y, por tanto, necesita un recorrido de mejora para resolver los interrogantes de la enfermedad.
“Teníamos claro que la necesidad de información de la persona con artritis y espondiloartritis no siempre se satisface"
Los resultados han confirmado que las personas diagnosticadas con artritis y espondiloartritis tienen numerosas dudas en el momento del diagnóstico. Entre los miedos está la incertidumbre al futuro y a las limitaciones que puedan surgir en su vida y en la de sus familiares. Entre los participantes del estudio ha surgido insatisfacción entre las partes y resignación ante modelos de comunicación con deficiencias.
“Teníamos claro que la necesidad de información de la persona con artritis y espondiloartritis no siempre se satisface, puesto que a los pacientes les preocupa más la tristeza, la fatiga, las actividades sociales o el trabajo y los doctores se enfocan más en tratar síntomas como el dolor, la inflamación y la rigidez. Por ello, era necesario establecer un marco óptimo de comunicación entre el profesional sanitario y el paciente reumatológico que proporcione, a ambas partes, pautas para establecer una comunicación productiva y satisfactoria”, asegura Sandra Mugico, presidenta de ConArtritis.
Este análisis ha concluido con 11 recomendaciones importantes:
1. Fomentar una comunicación empática.
2. Establecer mecanismos de formación y educación.
3. Considerar al paciente como una persona única.
4. Ofrecer información clara y realista que le ayude a llevar su “nueva vida”.
5. Dedicar un tiempo adecuado de consulta.
6. Facilitar el acceso a fuentes fidedignas de información.
7. Facilitar información sobre los tratamientos.
8. Proporcionar una información suficiente sobre los posibles efectos adversos del tratamiento y, sobre todo, acceso a los profesionales para resolver dudas.
9. Recursos sanitarios de otras especialidades que su médico le puede facilitar (terapia ocupacional, fisioterapia, psicología, etc.)
10. Facilitar materiales informativos y plantillas de recogida que sirvan a la persona con artritis y espondiloartritis para identificar y registrar los aspectos a comentar en la siguiente consulta.
11. Optimizar y educar sobre el formato de teleconsulta