El cannabidiol (CBD) es una sustancia derivada de la planta Cannabis, la misma de la que se obtiene la marihuana, pero en este caso el cannabidiol no tiene propiedades psicoactivas. Diversos estudios señalan que el CBD ayuda a aliviar el dolor muscular incluído el de origen oncológico o el ginecológico sin ningún tratamiento paliativo efectivo. También se ha demostrado efectivo para frenar la infección por SARS-CoV-2 y se ha aprobado su uso para tratar a los niños con epilepsia en países como Reino Unido.
En niños su uso es más limitado, y faltan estudios sobre su impacto en la salud. Ante ello, como sugiere la Encuesta Nacional de Salud Infantil CS Mott Children's Hospital de la Universidad de Michigan, existen dos hechos que reflejan que los padres tampoco cuentan con la suficiente información sobre estos medicamentos cada vez más accesibles y publicitados.
Y es que según la encuesta un tercio de los padres preguntados piensa que los CBD son igual que la marihuana. Pese a ello, tres cuartas partes lo consideran una buena opción para la atenión médica cuando otrros medicamentos no funcionan.
Tres cuartas partes lo consideran una buena opción para la atenión médica cuando otrros medicamentos no funcionan
“Hay muy pocos datos sobre cómo el CBD puede afectar el cerebro en desarrollo de los niños y solo en ciertos tipos de situaciones cuando se considera por razones médicas pediátricas. Aún así, el CBD se ha vuelto mucho más accesible y ampliamente publicitado, y algunas compañías afirman que tiene beneficios para los niños”, señala la codirectora de Mott Poll, Sarah Clark.
En Estados Unidos, los productos de cannabidiol se venden en supermercados y farmacias en diferentes formas: aceites, pastillas o chicles. Como ocurre en Reino Unido, en el país americano la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) ha aprobado uan forma purificada del CBD para aquellos niños con epilepsia o convulsiones refractarias, es decir, que no responden a ningún tratamiento.
También se está estudiando el uso del cannabis medicinal para niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad, problemas graves de ansiedad, insomnio o depresión. Sin embargo, en todos estos casos las investigaciones son limitadas y los resultados no son concluyentes. Aun así, la publicidad de los beneficios del cannabis sigue aumentando principalmente en estos países.
Así, según la encuesta, las razones más comunes de los padres para dar o considerar CBD para sus hijos incluyen ansiedad (51 %), problemas para dormir (40 %), trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH (33 %), dolor muscular (20 %), autismo (19 %), y para que su hijo se sienta mejor en general (13%). Elementos que como hemos visto no están suficientemente estudiados, ni aprobados en ningún país.
La mayoría de los padres mencionaron los efectos secundarios como el factor más importante para decidir si darle a su hijo un producto de CBD. Otras consideraciones incluyeron si se probó la seguridad en niños (78 %), qué tan bien funciona en niños (72 %), recomendación del médico de su hijo (63 %), aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. (58 %), y reseñas de productos (41%).
“Los padres que ven contenido promocional que afirma que el CBD beneficia a los niños con ciertas condiciones deben saber que los productos que se ven en línea o en las tiendas no están regulados por la FDA y pueden estar mal etiquetados”, recuerda Sarah Clark