La propagación del cáncer de mama es la causa principal de la muerte en mujeres que sufren esta enfermedad oncológica. La metástasis dificulta el éxito del tratamiento debido a la diseminación del tumor por el resto de órganos. Ahora, científicos de la Universidad de Liverpool y de la Facultad de Medicina de Nanjing, en China, han hallado un posible tratamiento que podría luchar contra las proteínas que favorecen la expansión del cáncer de mama a otros órganos del cuerpo.
El equipo de investigación de la Universidad de Liverpool descubrió en el pasado que en el proceso metastásico intervienen proteínas específicas diferentes de las que intervienen en la producción del tumor primario. Uno de estos ejemplos es una proteína llamada 'S100A4', y es la proteína elegida por el equipo de investigación como diana para la identificación de inhibidores químicos de la metástasis, utilizando sistemas modelo de células del cáncer de mama sin receptores hormonales, altamente metastásico e incurable.
Este compuesto supone una mejora de más de 20.000 veces respecto al inhibidor original desarmado
Utilizando estos sistemas modelo, los investigadores descubrieron un compuesto novedoso que puede bloquear específicamente la interacción de esta proteína inductora de metástasis 'S100A4' con su diana dentro de la célula. A continuación, los investigadores sintetizaron una sustancia química más sencilla y la conectaron a una ojiva que estimula la maquinaria normal de degradación de proteínas de una célula.
Este compuesto funciona ahora a dosis muy bajas para inhibir las propiedades asociadas a la metástasis, lo que supone una mejora de más de 20.000 veces respecto al inhibidor original desarmado, prácticamente sin efectos secundarios tóxicos.
Además, en colaboración con investigadores chinos de la Facultad de Medicina de Nanjing, han demostrado que este compuesto inhibe la metástasis en tumores metastásicos similares en ratones, lo que sugiere una posible función terapéutica.
"La importancia de nuestro trabajo era identificar una diana específica e importante que atacar, sin efectos secundarios tóxicos"
El profesor Philip Rudland, catedrático emérito del departamento de Bioquímica de la Universidad de Liverpool ha explicado que "por regla general, el cáncer que se ha extendido se trata con quimioterapia, pero este tratamiento rara vez puede administrarse sin dañar gravemente o resultar tóxico para el paciente. La importancia de nuestro trabajo era identificar una diana específica e importante que atacar, sin efectos secundarios tóxicos".
En palabras de la profesora titular de Química Médica de la Universidad de Liverpool, Gemma Nixon, "se trata de un avance apasionante en nuestra investigación. Ahora esperamos dar los siguientes pasos y repetir este estudio en un gran grupo de animales con cánceres metastásicos similares, de modo que la eficacia y la estabilidad de los compuestos puedan investigarse a fondo y, si es necesario, mejorarse mediante nuevos diseños y síntesis, antes de cualquier ensayo clínico".
"Resulta significativo que esta proteína concreta que estamos investigando aparezca en muchos tipos de cáncer diferentes, lo que podría significar que este enfoque puede ser válido para muchos otros cánceres humanos de aparición habitual", ha añadido Nixon.