Cada día 300 personas en nuestro país sufre un ictus, es decir, un accidente cerebrovascular. 110.000 al año. De los pacientes que lo padezcan, un 15% fallecerá y un 30% se quedará con secuelas, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Cada minuto que pasa las posibilidades de recuperación se reducen.
El ictus no siempre avisa. Según la Clínica Universidad de Navarra el 30% de los pacientes puede tener síntomas previos de aviso. Estos son conocidos como ataques isquémicos transitorios. Son derrames de una duración de apenas unos minutos que provocan entumecimiento o debilidad del cuerpo, confusión, dificultad para caminar, mareo o problemas de visión. En una hora los síntomas han desaparecido, pero es importante tenerlo en cuenta porque suele ser una señal de advertencia de futuros derrames, por lo que es bueno prevenir con tratamientos como anticoagulantes y un estilo de vida saludable.
Una de cada seis personas tendrá un accidente cerebrovascular en su vida
El 80% de los ictus son prevenibles al derivar de unos factores de riesgo conocidos y modificables como son: la obesidad, el sedentarismo, el consumo de alcohol, tabaco o drogas. También son factores de riesgo patologías como la hipertensión arterial, las enfermedades cardiacas o la diabetes. El control de estos factores previene del accidente cerebrovascular. Pero una vez que se da ‘el tiempo es cerebro’, como señalan muchas campañas de la SEN, y por ello es esencial reconocer sus síntomas para actuar en el primer momento y acudir a Urgencias a tiempo.
SÍNTOMAS EN LOS QUE FIJARSE
Conocidos los factores de riesgo y las señales previas, ¿en qué fijarse para saber si nos está dando un ictus? Es decir, ¿cuáles son los síntomas del ictus? Existen seis síntomas más frecuentes que se han de detectar, como señala la Fundación Freno al Ictus:
- Flacidez y parálisis facial, que les dificulta sonreír.
- Pérdida de fuerza o debilidad en un lado del cuerpo, por ejemplo, no pueden levantar los brazos.
- Problemas de habla o de comprensión, no responden de forma correcta o no comprenden preguntas sencillas.
- Problema de visión, bien pérdida de un ojo o de los dos, o visión doble.
- Problemas de equilibrio o inestabilidad.
- Dolor de cabeza, aunque este no suele ser tan frecuente.
Una vez que se sospecha que es un ictus hay que llamar al 112 para que lleven al paciente al Hospital, como recuerda la Fundación Freno al Ictus, “al hospital no se va, al hospital te llevan y te llevan los servicios de emergencias”. Mientras se espera se puede ayudar a la víctima colocando la cabeza y los hombros un poco elevados; no dándole ni de comer ni de beber; no dejarle solo ni darle ningún medicamento, y anotar la hora de inicio de los síntomas.
Es importante que todas las personas sean conscientes de los factores de riesgo y los síntomas que acompañan a un ictus para identificarlo cuanto antes, ya que una de cada seis personas tendrá un accidente cerebrovascular en su vida.