El reducido espacio entre asientos y la duración del vuelo puede provocar que el viaje sea muy incómodo. Sin embargo, las consecuencias pueden ir más allá de una experiencia desagradable y dar lugar al “síndrome de clase turista”, un problema vascular derivado de una situación de inmovilidad prolongada que puede llegar a ser muy grave. Los síntomas que provoca suelen aparecer después del vuelo, como el dolor en la pantorrilla, hinchazón y edema en la pierna o incluso cierta dificultad para caminar.
Las personas de edad avanzada y las que presentan problemas circulatorios, insuficiencia cardíaca, diabetes mellitus o tumores son más propensas a este problema, así como aquellos que hayan sufrido intervenciones quirúrgicas recientes, traumatismos importantes en las piernas o algún episodio de trombosis venosa.
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La incidencia es de un caso por cada 4.000 personas al año, aunque a partir de las ocho horas de vuelo la incidencia se multiplica hasta por seis y por ocho
El doctor Justo M. Menéndez, jefe del Servicio de Urgencias y responsable de la Unidad de Medicina del Viajero del Hospital Universitario HM Sanchinarro, señala que la inmovilidad prolongada, como un vuelo largo en clase turista, puede producir trombosis venosas en las piernas, con hinchazón y dolor en las pantorrillas e incluso complicarse hasta ocasionar tromboembolismo pulmonar. Además, según el doctor Menéndez, el síndrome puede afectar a cualquier persona, pero en población sana es algo excepcional. El organismo tiene mecanismos de compensación suficientes para evitarlo y la incidencia es de un caso por cada 4.000 personas al año, aunque a partir de las ocho horas de vuelo la incidencia se multiplica hasta por seis y por ocho veces.Las personas de edad avanzada y las que presentan problemas circulatorios, insuficiencia cardíaca, diabetes mellitus o tumores son más propensas a este problema, así como aquellos que hayan sufrido intervenciones quirúrgicas recientes, traumatismos importantes en las piernas o algún episodio de trombosis venosa.
Es importante evitar la inmovilidad prolongada durante el vuelo, estirando las piernas todo lo que se pueda, no manteniéndolas dobladas durante mucho tiempo y levantándose y caminando cada dos horas
El doctor Menéndez señala que hay que tener en cuenta varios factores si se va a viajar durante más de seis horas en clase turista. De este modo, si se pertenece a un grupo de riesgo aumentado, hay que consultar al el médico para que informe y aconseje. La utilización de calcetines o medias de compresión, el tratamiento con antiagregantes como aspirina o incluso la administración de una dosis de heparina de bajo peso molecular pueden ser útiles. También es importante evitar la inmovilidad prolongada durante el vuelo, estirando las piernas todo lo que se pueda, no manteniéndolas dobladas durante mucho tiempo y levantándose y caminando cada dos horas.Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es