Los ronquidos pueden tener diferentes motivos por los que darse. Pueden ser por el sobrepeso, consumo de alcohol o tabaco o por la ingesta de algunos medicamentos. En muchos casos estos se pueden evitar cambiando algunos hábitos como puede ser la postura en la que dormimos.
También pueden estar relacionados con la edad, problemas nasales que no nos permiten respirar bien, problemas en la lengua o garganta, el café o tomar alimentos pesados antes de acostarnos. Son muchas las causas por eso no todas las personas son afectadas por la misma. Por este motivo hay que saber identificarlas para encontrar una solución que acabe pronto con los molestos ronquidos.
Existen algunos cambios para dejar de roncar, es el primer paso para ver si funciona o por el contrario hay que acudir al médico
La mayoría de las personas han roncado en algún momento de su vida ya sea por un resfriado o por tener una postura inadecuada al dormir. El problema está cuando esto se vuelve repetitivo y algo diario ya que debemos buscar una solución. Esto puede afectar a nuestro sueño o al de aquellos que nos rodean ya que no permite que descansemos con tranquilidad porque podemos despertarnos a lo largo de la noche por los ronquidos.
CAMBIO DE HÁBITOS
Existen algunos cambios para dejar de roncar, es el primer paso para ver si funciona o realmente hay que acudir al médico para un tratamiento más profundo y especializado.
Si tenemos sobrepeso lo primero que hay que hacer es perder kilos, haciendo ejercicio y comiendo sano sin demasiadas grasas, intentando que las cenas sean lo más ligeras posible.
Dejar de fumar es un problema de salud en general por lo que no solo nos ayudará a dejar de roncar.
Mantener la habitación húmeda va a permitir que desaparezca la sequedad. Podemos hacerlo tanto con un humidificador como con una ducha antes de dormir. De esta manera los ronquidos serán más leves manteniendo las vías respiratorias húmedas.
Si tomas a menudo algún medicamento es importante consultar al médico si hay alternativas ya que puede que estos empeoren los ronquidos.
La postura a la hora de dormir puede hacer que ronques menos. Mejorarás tu postura cuando duermas de lado.