Comer de forma rápida se asocia a un mayor riesgo de tener niveles altos de triglicéridos

La investigación, desarrollada en el marco del estudio Predimed, concluye que las estrategias dirigidas a disminuir la velocidad al comer podrían ser útiles para combatir enfermedades cardiometabólicas

Jordi Salas, Indira Paz Graniel y Nancy Babio, investigadores
Jordi Salas, Indira Paz Graniel y Nancy Babio, investigadores
CS
30 enero 2019 | 11:44 h

Las personas que comen de forma rápida aumentan el riesgo de presentar triglicéridos altos en sangre. Así lo ha demostrado un grupo de investigadores del Ciberobn y de la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili, junto con investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili.

En su estudio valoraron la relación entre la velocidad de ingesta en las comidas principales y el riesgo de sufrir hipertrigliceridemia, y observaron que, a mayor rapidez a la hora de comer, mayor era el riesgo de presentar esta alteración, considerada un factor de riesgo cardiovascular.

A mayor rapidez a la hora de comer, mayor es el riesgo de sufrir hipertrigliceridemia

En el trabajo, desarrollado en el marco del estudio Premided (Prevención con Dieta Mediterránea), participaron 792 voluntarios reclutados a través de los Centros de Atención Primaria del Instituto Catalán de la Salud de las comarcas de Tarragona. Los participantes completaron un cuestionario de conducta alimentaria, en el que debían responder a preguntas que hacían referencia a la percepción que tenían respecto a la velocidad con que comían durante las comidas principales (almuerzo y cena).

A partir de los datos recopilados, los individuos se clasificaron en diferentes categorías de ingestión: lenta, media y rápida. La media de tiempo estimado por los participantes para definir cuándo comían rápidamente fue de 18 minutos. De todos los participantes en el estudio, un 22,9 % (181) se clasificó en la categoría de ingestión lenta; un 31,6 % (251), en la categoría de ingestión media; y un 45,5 % (360), en la categoría de ingestión rápida.

Casi el 50% de los encuestados reconoce comer de forma rápida

Considerando estos datos y los resultados de una prueba estadística, los investigadores compararon la prevalencia de hipertrigliceridemia en los participantes de las categorías rápida y media respecto a los que se encontraban en la categoría de ingestión lenta, y observaron que aquellos que pertenecían al grupo de ingestión rápida tenían un 59 % de riesgo de presentar triglicéridos elevados en sangre, lo que se considera un factor de riesgo cardiovascular.

Según los investigadores, comer de forma rápida retrasa la sensación de saciedad, por lo que las personas continúan comiendo a pesar de haber cubierto sus necesidades energéticas y nutricionales. Además, la ingesta de una gran cantidad de energía durante un período corto favorecería picos más sostenidos en la glucosa plasmática e insulina, lo que a su vez puede inducir un estado que estimularía la producción de grasas en el hígado y, por tanto, un aumento de los niveles de triglicéridos en plasma.

NECESIDAD DE ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN

A partir de estos resultados, los investigadores han llegado a la conclusión de que las estrategias de intervención dirigidas a disminuir la velocidad al comer pueden ser útiles para combatir enfermedades cardiometabólicas.

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