Según revela el informe ‘Las Cifras del Cáncer en España 2017’ elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), un total de 6.518 personas se vieron afectadas por leucemia en el año 2015. De todos ellos, 3.782 casos fueron diagnosticados en varones y 2.736 en mujeres, lo que le sitúa como el décimo tipo de cáncer más frecuente entre la población femenina en España.
Con la aparición de esta enfermedad, tanto el paciente oncológico como su entorno familiar se ven sometidos a una ruptura imprevista con la vida cotidiana. El miedo, la incertidumbre o el desconsuelo son algunos de los sentimientos que se apoderan de aquellas personas que tienen que convivir con esta enfermedad de la sangre.
En este punto es donde entran en juego las asociaciones, unas entidades que tienen por objetivo "ayudar tanto al paciente como al cuidador primario". A orillas del río Tormes, en la localidad de Salamanca, nació hace veinticinco años la Asociación contra la Leucemia y las Enfermedades de la Sangre (Ascol), un equipo humano que pretende llegar allí donde la Medicina y las instituciones públicas no son capaces de actuar.
UNA ATENCIÓN FOCALIZADA EN EL CUIDADOR PRIMARIO
Con el propósito de conocer en profundidad la labor que desempeña esta asociación en la ciudad castellanoleonesa, ConSalud.es ha charlado con Ascensión Hernández, presidenta de Ascol, quien incide en la importancia del cuidador primario. "Al principio hay mucha gente alrededor del paciente con leucemia, pero con el paso del tiempo se observa como solo queda uno, que suele ser familiar", explica Hernández.
"El cuidador que está al lado del paciente sufre en soledad un problema psicológico difícil de sobrellevar"
"Aquí es donde más trabajamos, porque la persona que sufre la enfermedad está muy bien cuidada por el médico, por la familia. Sin embargo, el cuidador que está al lado del paciente sufre en soledad un problema psicológico difícil de sobrellevar", subraya la presidenta de la Asociación contra la Leucemia y las Enfermedades de la Sangre.
UN AMPLIO ABANICO DE PROGRAMAS DE COLABORACIÓN
Ahondando en las actividades que desarrolla Ascol, Ascensión Hernández revela que la entidad cuenta con una serie de programas de colaboración. "El primero que tenemos es el de atención al paciente y a su familia. Contamos todo lo que ofrecemos desde la asociación, desde el apoyo de nuestra trabajadora social hasta la posibilidad de disponer de uno de nuestros pisos, muy cercanos al hospital". "El cuidador puede acudir al apartamento para descansar, ducharse o, simplemente, para comer algo caliente", resalta.
"Otra de nuestras áreas de actuación es el apoyo psicosocial, donde ofrecemos un programa de acompañamiento. Un voluntario, que ha pasado por la enfermedad, comparte impresiones con los pacientes del Hospital Clínico de Salamanca. Nuestra psicóloga valora cada situación y le dice a los voluntarios a qué habitaciones acudir, porque no todas las personas que sufren leucemia quieren escuchar estos testimonios", matiza la presidenta de la Asociación contra la Leucemia y las Enfermedades de la Sangre.
Miembros de la Asociación contra la Leucemia y las Enfermedades de la Sangre, en la sala de trabajo del Hospital Clínico de Salamanca
"Junto a ello, contamos con una salita en el propio Servicio de Hematología del centro hospitalario salmantino. Allí desarrollamos nuestras actividades, servimos café mañana y tarde para pacientes, familiares y profesionales sanitarios. Todos ellos se lo pasan fenomenal dentro de unos límites, porque hablan con gente que puede tener su misma enfermedad, comparten experiencias y se hacen muy buenos amigos", comenta Ascensión Hernández.
"Los pacientes vuelven a la habitación con fuerzas renovadas, pueden volver a sonreír a su familia"
En este sentido, la responsable de Ascol manifiesta que "lo que les interesa a estas personas es desconectar un poco. Si la mente se consigue liberar cinco minutos y se les permite desconectar de todo el problema que tienen dos metros más allá, es una relajación impresionante". "Los pacientes vuelven a la habitación con fuerzas renovadas, pueden volver a sonreír a su familia".
ESTRECHA COLABORACIÓN ENTRE HEMATÓLOGOS Y PACIENTES
El doctor Raúl Córdoba, experto en Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid), destaca en declaraciones a este medio que la especialidad "cuenta con asociaciones de pacientes muy potentes y muy involucradas en el abordaje psicosocial, tanto del paciente como de sus familias". "Estas entidades están jugando un papel muy importante a la hora de educar al paciente en la patología que tiene, es decir, le permite tener un conocimiento para tomar decisiones cuando está en la consulta con el médico", comenta.
"Hematología cuenta con asociaciones de pacientes muy potentes y muy involucradas en el abordaje psicosocial"
En la misma línea se muestra Ascensión Hernández, quien afirma que existe "una relación excelente" entre los profesionales del Servicio de Hematología del Hospital Clínico de Salamancay Ascol. "Cualquier cosa que les solicitamos, nos la facilitan al instante. De hecho, a la celebración de nuestro 25 aniversario acudieron todos los hematólogos y enfermeras. Tenemos una relación muy buena", concluye la presidenta de la Asociación contra la Leucemia y las Enfermedades de la Sangre.