El trabajo es una de las fuentes que más enfermedades y problemas de salud produce. Distintos tipos de cánceres, problemas de movilidad, de salud mental y enfermedades respiratorias derivan del día a día en el trabajo. Entre todas estas patologías se encuentra también el estrés. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconocía en 2019 oficialmente como enfermedad al estrés laboral entendiendo este como un problema colectivo y no individual, ya que afecta a trabajadores de cualquier profesión.
Aunque el estrés se trata de una reacción natural del organismo, cuando se da en exceso, se puede convertir en un estado que dificulta la vida diaria afectando de manera directa a la salud tanto física como mental. "Es una sintomatología que se deriva de la gestión del área laboral ya sea porque cueste desconectar del trabajo, por la cantidad de horas que se realizan o por problemas en los equipos de trabajo y esto, acaba repercutiendo negativamente en la salud física y mental. Por ello, es importante identificar las causas y las herramientas para prevenirlo y detectarlo”, afirma Raquel Velasco del Castillo, psicóloga de BluaU de Sanitas.
Sufrir este tipo de estrés incrementa el riesgo de presentar problemas de salud como problemas cardiovasculares, presión arterial alta, contracturas musculares, estados de ánimo bajos, problemas digestivos e incluso problemas bucodentales. En este contexto, y según el último estudio de Salud Bucodental de Sanitas, 1 de cada 4 trabajadores considera que su actividad laboral afecta a su salud bucodental (27,29%) señalando el estrés (68,48%) como principal causa.
"Aunque no revisten gravedad, es importante tratarlas desde el plano psicológico y emocional para prevenir o disminuir la aparición de esas señales desagradables de estrés e ir al origen de la problemática”
La irritabilidad, el insomnio, los dolores de cabeza, la taquicardia o la fatiga física son algunos de los síntomas más frecuentes del estrés. "Estas manifestaciones físicas se confunden en muchas ocasiones con otras patologías y, aunque no revisten gravedad, es importante tratarlas desde el plano psicológico y emocional para prevenir o disminuir la aparición de esas señales desagradables de estrés e ir al origen de la problemática”, añade Raquel Velasco del Castillo.
¿CÓMO MANEJARLO?
Para tratarlo el primer paso es localizar la fuente causante del estrés laboral en uno mismo, que depende de cada persona. Para ello, según señalan los expertos, se recomienda "escribir un diario en el que recoger los momentos con sintomatología de estrés más significativa y explorar a qué están asociadas".
Sumado a eso, es positivo crear un entorno de trabajo en el que sentirse cómodo, aprender a delegar las tareas y tener tiempo para descansar. "Para una buena salud mental y un buen rendimiento es necesario hacer pausas durante las jornadas y establecer nuestro calendario de vacaciones y salidas de trabajo".
La meditación, el deporte y la relajación ayudan a manejar los síntomas. Y en caso de que la e la situación empeore y se vuelva incontrolable es preciso visitar a un profesional en salud mental que pueda desarrollar un tratamiento adaptado a cada caso.