Claves de una mejor evolución en insuficiencia cardiaca: continuidad asistencial y autocuidado

La insuficiencia cardiaca es la primera causa de hospitalización en la población mayor de 65 años, mejorar su abordaje es básico

De izquierda a derecha, Laura Muñoz, Javier Sánchez y Marina Verano, enfermeros de Continuidad Asistencial de la Fundación Jiménez Díaz (Foto. FJD)

El autocuidado y la continuidad asistencial son dos piezas fundamentales para una atención de calidad en el sistema sanitario y un abordaje adecuado para los pacientes con insuficiencia cardiaca. Así se ha destacado en la jornada 'Continuidad de cuidados para el paciente con insuficiencia cardiaca 2022', organizada por el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.

El evento se ha celebrado con el objetivo de actualizar la atención de los pacientes con esta patología cardiaca y presentar las nuevas estrategias existentes para mantener un control sobe la enfermedad. Una patología con una elevada prevalencia que representa "la primera causa de hospitalización en la población mayor de 65 años, además de ser responsable de frecuentes reingresos hospitalarios, siendo la media en torno a uno por paciente y año”, explicó Marina Verano de la Torre, enfermera de Continuidad Asistencial del hospital madrileño, tras las palabras de bienvenida del director de esta unidad, el Dr.Oscar Gómez Martín.

“Nosotros identificamos a los pacientes en el momento del ingreso, valorando sus necesidades, y realizamos la coordinación multidisciplinar con su centro de salud para darle una respuesta integral, continua, segura y eficiente”, aseguró compañera enfermera de Continuidad Asistencial Laura María Muñoz Areta, quien subrayó la relevancia de que el paciente sepa cómo se hará el seguimiento de su patología una vez dado de alta y cómo manejar el primer episodio de insuficiencia cardíaca.

"La insuficiencia cardiaca puede descompensarse por otras patologías"

Porque estos pacientes precisan de una continuidad asistencial para evitar las complicaciones que pueden surgir. "La insuficiencia cardiaca puede descompensarse por otras patologías, como una infección respiratoria, anemia, amiloidosis, enfisema, alteración del tiroides, sarcoidosis o, incluso, un nivel elevado de hierro en el cuerpo”, señaló señaló el enfermero de Continuidad Asistencial del mismo centro hospitalario Javier Sánchez Martín.

EL ALTA TRAS LA HOSPITALIZACIÓN

Los pacientes con insuficiencia cardiaca que ingresan en el hospital suelen estar en un estadio C o D de la enfermedad, con síntomas como disnea, aumento de peso, edemas o palpitaciones, mientras que para recibir el alta deben estar en un estadio B, con disfunción ventricular asintomática. Cuando llegan a este estadio son dados de alta, pero antes se le ofrece una serie recomendaciones basadas en los hábitos y estilos de vida saludables: “Seguir el tratamiento, controlar la ingesta de sal y líquidos en la dieta, medir la tensión arterial varias veces a la semana, realizar ejercicio y evitar las situaciones de estrés, son algunos de los consejos que damos a los pacientes”, detalló Marta Hernán Brun, enfermera de Hospitalización del Servicio de Cardiología de la Fundación Jiménez Díaz.

El autocuidado es esencial para prevenir complicaciones de los pacientes, como indicó María González Piña, enfermera de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca del hospital madrileño. Además, es importante que los pacientes sepan reconocer los síntomas de congestión, monitoricen su peso, eviten tóxicos como tabaco o alcohol y tengan inmunización gripal neumocócica. 

"La complejidad asistencial de esta enfermedad ha puesto en evidencia la necesidad de un abordaje integral, dando lugar a programas de gestión de patologías", concluyó González.

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