La escoliosis consiste en la pérdida de la alineación normal de la columna en el plano frontal, es decir, cuando miramos a una persona de frente. En ese plano la columna ha de ser prácticamente recta. Cuando se producen curvaturas de la columna hablamos de escoliosis.
La escoliosis tiene diferentes causas. Lo más frecuente es que sea idiopática, en la cual se produce una , de causa desconocida. La alteración de la forma de las vértebras hace que éstas roten. Y la rotación de las vértebras es lo que produce la curvatura de la columna.
La escoliosis idiopática, se divide en subgrupos, en función de la edad a la que aparece. Puede ser infantil, juvenil, adolescente o del adulto, pero lo más frecuente es que afecte a adolescentes.
La cirugía de la escoliosis sin fusión se recomienda, sobre todo, en los pacientes con escoliosis idiopática del adolescente
Para diagnosticar la escoliosis se ha de hacer una radiografía de la columna vertebral completa, de frente y de perfil. En la radiografía de frente de la columna es donde se verá si existe esta curvatura en la columna lo suficientemente importante como para considerarla una escoliosis.
Según el neurocirujano de Neuroinstitut del Centro Médico Teknon de Barcelona, cuando existe esta escoliosis debemos distinguir la escoliosis estructural o verdadera de la postural o actitud escoliótica. “Esta última es una escoliosis que no es verdadera, no se produce por un problema en la estructura de las vértebras, sino que se produce porque la columna adopta esa forma en un momento dado. Pero se puede reducir, es decir, se soluciona cuando cambia la postura. Un ejemplo de este tipo de actitud escoliótica sería la que se produce por el dolor o cuando existe diferencia de longitud entre las piernas. Cuando la escoliosis es estructural no se reduce, no desaparece”, indica el neurocirujano.
Tal y como explica el experto, los síntomas más frecuentes que siente el paciente es dolor: lumbalgia, que es dolor en la parte lumbar de la columna, o dorsalgia, que es dolor en la zona dorsal. “En algunos casos se puede producir también ciática, dolor en las estructuras nerviosas irradiado hacia las piernas, o que se produzca una hernia secundaria”, subraya.
Para el doctor Roberto Lastra, la cirugía de la escoliosis sin fusión se recomienda, sobre todo, en los pacientes con escoliosis idiopática del adolescente porque son pacientes que tienen una curvatura que, habitualmente, todavía está en crecimiento y puede progresar más.
VERTEBRAL BODY TETHERING
“Nuestra novedosa técnica, denominada Vertebral Body Tethering (o anclaje de la columna vertebral), consiste en realizar una cirugía por la parte lateral del cuerpo. Se realiza una incisión, no en la espalda, como se hace habitualmente, sino en la parte lateral. A través del tórax o de la parte posterior del abdomen se llega a la columna. Mediante este procedimiento se colocan unos anclajes vértebra por vértebra, abarcando toda la curvatura de la escoliosis, y después se coloca una cuerda especial elástica que pasa entre todos los anclajes y se tensa, de manera que corrige la curvatura”, asevera Lastra.
Según este especialista, no se la considera una cirugía mínimamente invasiva pero sí que es cierto que, al realizarla por la parte lateral del cuerpo, el abordaje se hace por planos anatómicos y, por lo tanto, como se hace cuando se opera por detrás.
“La principal ventaja de la cirugía de la escoliosis sin fusión frente a la artrodesis o cirugía con fusión de la columna, que es la técnica clásica que se utiliza en la escoliosis, es que no limita el movimiento de la columna. Al no fijar las vértebras unas a otras no eliminan el movimiento entre ellas. La técnica convencional de fusión fija todas las vértebras de la curvatura para corregirla y, por lo tanto, se elimina el movimiento entre ellas. Además, la cirugía de la fusión tiene el problema de que los discos intervertebrales superior e inferior a las vértebras que se han fijado se degeneran con el tiempo y, por lo tanto, pasados 10 o 20 años puede reaparecer el dolor y, en ocasiones, se precisa de una re-intervención para solucionar esta degeneración de los discos adyacentes. El anclaje de la columna vertebral es una técnica nueva, y no ocasionará problemas en el futuro puesto que no se fijan las vértebras”, asegura el doctor.
El paciente podría empezar a hacer una vida normal a las tres o cuatro semanas
El neurocirujano indica que, en el periodo posoperatorio, el paciente empieza a caminar al segundo día. Habitualmente estará ingresado en el hospital entre cinco días y una semana. “A partir de las dos semanas se puede empezar la rehabilitación y, a las tres o cuatro semanas, el paciente podría empezar a hacer una vida normal”.
“Como en esta cirugía no se limita el movimiento, pasado este periodo posoperatorio, el paciente podrá continuar con su vida normal y realizar todo tipo de movimientos con la columna que no estarán limitados, y todo tipo de ejercicios. Por tanto, pueden hacer cualquier tipo de deporte y no es necesario llevar corsé”, concluye Roberto Lastra.