Las vacaciones pueden provocar serios problemas de salud oral. El verano es la época del año en que el consumo de alimentos ricos en azúcares y bebidas carbonatadas son más frecuentes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las caries son el trastorno más prevalente de entre las enfermedades bucodentales. Una mala higiene bucodental y una dieta rica en azúcares y almidones provocan la acumulación de la placa bacteriana, lo que produce perforaciones en la estructura de los dientes.
Para tener unos dientes sanos, la prevención es primordial. Evitar malos hábitos alimenticios como la bollería industrial, las golosinas o las bebidas azucaradas, y cepillarse los dientes después de cada comida, ayudará a reducir las posibilidades de padecer este tipo de problemas.
Morder una manzana, contribuye a la limpieza bucal, ya que al masticarla se produce un efecto que puede asemejarse al del cepillado, favoreciendo así la eliminación de la placa
Además, existen alimentos que contienen propiedades que ayudan a combatir el riesgo de sufrir caries u otras dolencias bucales. Los expertos de Sanitas Dental recomiendan incluir una serie de alimentos en la dieta diaria para minimizar el riesgo de padecerlas.
Los yogures y lácteos son una importante fuente de calcio, que ayuda a fortalecer la dentadura y mantenerla sana. Además, algunos de ellos neutralizan la formación de ácidos que deterioran el esmalte Existen otros alimentos ricos en este mineral, como los cereales, las verduras u hortalizas de color verde oscuro.
El apio y las zanahorias son dos alimentos que también mejoran la salud bucodental. Consumir zanahorias crudas fortalece los dientes y las encías, mejora el riesgo sanguíneo y contiene flúor, un mineral clave para mantener el esmalte y evitar la aparición de caries. El apio también impide la aparición de manchas en los dientes debido a que favorece la producción de saliva.
La vitamina D de pescados azules como el atún, las sardinas o el salmón, protegerá a los dientes de la acumulación de bacterias que causan problemas como la gingivitis, y facilitará la absorción del calcio y el fósforo, otro elemento imprescindible para el correcto mantenimiento de los dientes, que se encuentra en alimentos como los huevos y legumbres .
Morder una manzana, como ocurre con las zanahorias, contribuye a la limpieza bucal, ya que al masticarla, se produce un efecto que puede asemejarse al del cepillado, favoreciendo así la eliminación de la placa. También existen otras frutas como el kiwi, ricas en vitamina C, que ayudan a la producción del colágeno, principal componente de las encías.