La mayor parte de los casos de embolia pulmonar se dan en noviembre y en febrero
El trabajo muestra cómo existe una relación entre las bajas temperaturas y las altas concentraciones de contaminantes ambientales con el aumento de la probabilidad de ingreso hospitalario por embolia pulmonar. El estudio ha evaluado, durante un periodo comprendido entre 2001 y 2013, a más de 100.000 pacientes ingresados por esta patología en toda España.Según los resultados de esta investigación, existe una asociación entre las bajas temperaturas y una concentración más alta de algunos contaminantes ambientales como el dióxido de nitrógeno y el ozono, con el aumento de la probabilidad de ingreso hospitalario por embolia pulmonar. “Se observó que las hospitalizaciones por esta patología fueron más frecuentes durante las estaciones más frías, con picos en otoño e invierno, en los meses de noviembre y febrero, donde se concentra la mayor parte de los episodios de embolia pulmonar, y que correspondía además con los picos más altos de polución en las grandes ciudades”, destaca Javier de Miguel.
En los últimos años se ha observado un aumento en la tasa de hospitalizaciones por embolia pulmonar
Sin embargo, aunque la contaminación y los factores meteorológicos inciden en el aumento de casos de embolia pulmonar, De Miguel señala a su vez que “existe la posibilidad de que los factores ambientales no tengan un papel determinante sobre la mortalidad, ya que durante la investigación se ha observado que el mayor registro de muertes por embolia pulmonar se produjo durante las estaciones más cálidas, como son primavera y verano”.UN CASO POR CADA 1.000 HABITANTES
La embolia pulmonar o tromboembolismo pulmonar (TEP) es una enfermedad potencialmente mortal que se produce cuando una parte de un trombo se desprende desde alguna parte del territorio venoso, migra y se enclava en las arterias pulmonares. En la mayoría de las ocasiones, los émbolos proceden de una trombosis venosa profunda de las extremidades inferiores. Se estima que la incidencia de embolia pulmonar es de un caso por cada 1.000 habitantes, aunque en los últimos años se ha observado un aumento en la tasa de hospitalizaciones por esta causa.
Entre los factores que predisponen a sufrir esta enfermedad se incluye la edad, los antecedentes de haber sufrido esta patología, el cáncer, las enfermedades neurológicas con parálisis de extremidades, los trastornos médicos que requieren reposo prolongado en cama, como la insuficiencia cardiaca o respiratoria, o la terapia hormonal sustitutiva, entre otros, explica Javier de Miguel.
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