Un grupo de científicos destacados para la Organización Mundial de la Salud ha destacado que deben reforzarse los requisitos para los sistemas de ventilación.
"Durante mucho tiempo no ha habido ninguna duda de que se puede contraer una infección cuando bebe agua o come alimentos que han sido contaminados. Ahora debemos trabajar para proporcionar aire limpio para que podamos respirar con seguridad", ha señalado Jarek Kurnitski, uno de los expertos.
"Los investigadores ven la actualización de los estándares de ventilación, los requisitos de ventilación basados en la probabilidad de infección y sistemas de ventilación más eficientes y flexibles como una solución. Solo se requieren altas tasas de cambio de aire en caso de una epidemia, en cualquier otro momento importante garantizar una buena eficiencia energética de la ventilación, porque los objetivos energéticos y climáticos no pueden verse comprometidos’’, ha añadido.
Los investigadores recomiendan el uso de monitores que muestren los parámetros que caracterizan la calidad del aire interior
En su discurso a la OMS y al público en general en todo el mundo, los investigadores recomiendan incluir requisitos de control de patógenos en los estándares de calidad del aire para combatir la propagación de patógenos transmitidos por el aire. Los sistemas de ventilación también deben controlarse según la demanda para adaptarse a las diferentes ocupaciones de las habitaciones y las diferentes actividades y ritmos respiratorios, como hacer ejercicio en un gimnasio o sentarse en una sala de cine.
Ese riesgo de que las personas se infecten de forma cruzada dentro de un edificio se puede reducir mediante la ventilación junto con los sistemas de desinfección y filtración del aire. Esto significa sistemas de ventilación más eficientes y flexibles que los actuales. Además, los investigadores recomiendan el uso de monitores que muestren los parámetros que caracterizan la calidad del aire interior, lo que proporcionaría información también al público en general.
Según los investigadores, los esfuerzos de respuesta anteriores para combatir los virus transmitidos por el aire han sido demasiado débiles porque las infecciones transmitidas por el aire son más difíciles de rastrear y los estándares de ventilación actuales solo controlan la calidad del aire percibida, es decir, el olor, los niveles de CO2, la temperatura y la humedad en la habitación. La única excepción son las instalaciones de investigación y atención médica especializadas.