Los datos demuestran que hay un aumento de un 44% de eventos cardiovasculares en los pacientes que se estudiaron desde 2010 a 2014
El VIH es una enfermedad controlada, pero hay que ir más allá de la carga viral o los niveles de CD4, ya que las tasas de comorbilidades están aumentando. El aumento de las comorbilidades en el manejo de los pacientes VIH significa que poseen un mayor riesgo de sufrir enfermedades asociadas al envejecimiento. Esto se relaciona con el empeoramiento de su calidad de vida, mayores posibilidades de tener que tomar otros fármacos para tratar o prevenir enfermedades distintas y, finalmente, una ligera menor esperanza de vida que la población general de las mismas características. Hay que destacar que los pacientes con VIH en tratamiento están envejeciendo y ya cerca del 50% de ellos tienen más de 50 años.Según los datos de la cohorte Vach-CRETA, presentada el pasado mes de diciembre durante el congreso nacional de Gesida, se demuestra que hay un aumento de un 44% de eventos cardiovasculares en los pacientes que se estudiaron desde 2010 a 2014, además de que también se observa un incremento de la prevalencia de diabetes o dislipemia. Dentro de los resultados de la cohorte Vach-CRETA, un 45% de los pacientes tienen un riesgo cardiovascular medio/alto, y de estos un 87% también sufren un riesgo medio/alto de progresión a enfermedad renal.
"Los pacientes con infección VIH, incluso estando bien controlados, presentan algunas enfermedades con más frecuencia"
En palabras del doctor Santiago Moreno, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, "las personas con infección por VIH que tienen más de 50 años precisan atención en al menos dos aspectos. Por un lado, se debe tratar la infección por VIH con los mejores fármacos disponibles teniendo en cuenta que en esta población puede presentar problemas específicos y, por otro lado, la toxicidad puede ser más frecuente al presentar comorbilidades o deterioro fisiológico de algunos órganos que condiciona mayor incidencia de efectos tóxicos". "Los pacientes con infección VIH, incluso estando bien controlados, presentan algunas enfermedades con más frecuencia que personas de población general de las mismas características. Estas enfermedades suelen asociarse al envejecimiento como la enfermedad cardiovascular, la osteoporosis o la insuficiencia renal", subraya el doctor Vicente Estrada, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Uno de los retos prioritarios en los pacientes con VIH es el riesgo cardiovascular y la fragilidad. Las personas con el virus tienen más riesgo de sufrir un evento cardiovascular que la población general a igualdad de factores de riesgo: 1,5 veces más de tener infarto de miocardio y otra enfermedad cardiovascular y que, según la evidencia científica, la incidencia aumentará en los próximos años.
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