Durante el año 2019 comenzó la puesta en marcha del primer centro de protonterapia de España. Quirónsalud fue la empresa encargada de construir y equipar dicho centro disponible para pacientes de todas las procedencias, tanto de la sanidad pública como privada, y sus profesionales trabajan de forma coordinada con los médicos de referencia de los pacientes.
Recientemente este centro ha puesto en marcha un ensayo clínico fase II para analizar los beneficios del uso de la terapia de protones en adultos con cordomas y condrosarcomas de base de cráneo, dos tipos poco frecuentes de cáncer de huesos.
La radioterapia de protones es el tratamiento predilecto en muchos tipos de cáncer debido a sus menores efectos secundarios y a su eficacia igual o superior a la radioterapia convencional. Entre los beneficios de la protonterapia destacan la mínima, incluso nula, radiación en los alrededores del tumor; una menor dosis total de radiación por tratamiento; ausencia de tumores secundarios a la radiación y mejora de la calidad de vida del paciente.
"Si conseguimos mejores resultados con menos sesiones de tratamiento en determinados tumores, conseguiríamos ampliar su uso a más pacientes oncológicos”
"Si conseguimos mejores resultados con menos sesiones de tratamiento en determinados tumores, conseguiríamos ampliar su uso a más pacientes oncológicos que también pueden beneficiarse de esta radioterapia tan precisa", ha añadido el jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del Centro de Protonterapia Quirónsalud, Raúl Matute.
El objetivo de este proceso consiste en analizar si consiguen unos mejores resultados clínicos disminuyendo la cantidad de sesiones utilizando dosis más altas de radiación, lo que se conoce como tratamiento hipofraccionado, "ofreciendo una ventaja añadida para los afectados por estos tumores, al reducir los efectos secundarios asociados a su tratamiento con la consiguiente mejora de su calidad de vida", ha apuntado Morena Sallabanda, especialista del Servicio de Oncología Radioterápica del Centro y una de las investigadoras principales de este estudio.
El tratamiento habitual de los pacientes afectados por estas patologías ,siempre y cuando la enfermedad se encuentre localizada, es la cirugía, pero "casi nunca se obtienen resecciones completas por el riesgo de efectos secundarios", según estos expertos. Esto hace que la radioterapia postoperatoria, o en exclusiva cuando no hay posibilidad de operar, sea el tratamiento más indicado en estos casos.
"Es la técnica que mejores resultados ofrece gracias las características físicas de los protones, que permiten radiar con una precisión milimétrica minimizando el daño en el tejido sano circundante"
Y en el caso de la protonterapia, se ha observado que "es la técnica que mejores resultados ofrece gracias las características físicas de los protones, que permiten radiar con una precisión milimétrica minimizando el daño en el tejido sano circundante", ha detallado Juan Antonio Vera, especialista del Servicio de Física Médica del Centro de Protonterapia Quirónsalud que también coordina el estudio.
"Debido a las características biológicas de estos tumores, que tienen una mejor respuesta a las dosis altas de radiación por sesión, podríamos realizar tratamientos más cortos que impacten menos en su calidad de vida", ha explicado Sallabanda.
En este caso, el objetivo del estudio que ha puesto en marcha el Centro, es demostrar que en algunos casos se puede disminuir sustancialmente el número de sesiones empleadas (el tratamiento estándar se realiza en 37 y el objetivo es reducirlo 5 sesiones) con resultados similares o incluso superiores en control local y supervivencia.