En los últimos años, ha ido aumentando el protagonismo de las tecnologías en la vida de las personas. Actualmente, un gran porcentaje de la población tiene acceso a ellas, y su uso cada vez se da en edades más tempranas. Las tecnologías han mejorado, por lo general, la vida diaria y están pensadas para facilitar ciertas situaciones, como la comunicación, apoyar el aprendizaje, ahorrar tiempo en gestiones habituales… pero su uso puede acarrear grandes problemas para la salud.
De esta forma, se puede crear un caso de dependencia de las nuevas tecnologías, pero desde ahora se va a poder abordar en una unidad específica creada por la Comunidad de Madrid en el Hospital Gregorio Marañón para su tratamiento.
Es la primera vez que en materia de Salud Mental el usuario puede entrar directamente a una prestación altamente especializada. Se trata de la iniciativa más innovadora emprendida en esta área en España, en la que, a través del proyecto de digitalización llevado a cabo por la Dirección General de Sistemas de Información y Equipamientos Sanitarios, el paciente podrá autocitarse a través de la web AdCom Madrid. De esta manera la población puede ir al programa sin necesidad de pasar por su médico de Atención Primaria ni su centro de Salud Mental.
Hasta ahora el 80% de las personas que han pasado por el cribado eran mayores de 18 años, pero esperan que durante los próximos días la demanda de adolescentes se aumente
Ricardo Hodann Caudevill, psicólogo clínico del Hospital Gregorio Marañón y uno de los encargados de este servicio explica lo que es una adicción comportamental, aquellas no están involucradas las sustancias y que tratarán en ese servicio. “Consideramos una adicción cuando la persona pierde el control sobre su conducta. Es decir, cualquiera de nosotros, hoy en día, es prácticamente inevitable que hagamos un uso excesivo de las tecnologías. Pero hay una adicción cuando se empieza a perder el control sobre esa actividad. Cuando vemos que no tenemos acceso a la tecnología y comienzo a sentirme nervioso, tenso o irritable, es cuando tenemos una adicción”.
Una vez citados los ciudadanos, para poder tratarlos adecuadamente, se realiza un proceso de cribado, cumplimentando unos cuestionarios para delimitar su grado de adicción y afectación psicológica o psiquiátrica.
Una vez que el equipo multidisciplinar valora los cuestionarios, se procede a informar a los pacientes de su situación, que se comprende en uno de los siguientes estadios: por un lado se cita en consulta para una evaluación más exhaustiva si tiene un problema de adicción que afecta a su salud mental; por otro si existe un uso problemático, pero no existe adicción, se deriva a dispositivos donde la persona recibirá información y formación para el buen uso de esas conductas; y por último si no existe adicción ni uso problemático, se le comunica, pero no se le dará cita.
"Debemos ofrecer un servicio a la ciudadanía, que ofrezca una prevención y un tratamiento adecuado. Pero, sobre todo debemos esforzarnos en la investigación"
Si el paciente requiere de tratamiento en esta unidad, este se inicia con una visita a Enfermería, que, además de explicar el seguimiento, realizará las analíticas de sangre previstas en esta evaluación. A continuación, será atendido por un psiquiatra, luego por un psicólogo y, según necesidades no sanitarias, tendrá una cita con Trabajo Social.
A partir de la primera evaluación se ofrecerá al paciente un plan individual de tratamiento que incluirá seguimiento y tratamiento psiquiátrico y psicoterapia individual o grupal. Por consiguiente, la intervención grupal estará dirigida a desarrollar en los pacientes un mejor control de los impulsos implicados en su adicción.
CON UNA ALTA DEMANDA
La unidad lleva abierta desde el 26 de julio, y hasta ahora unas 50 personas han pasado por terapia y tratamiento, una cifra considerada mucho más alta de lo que pensaban. “Nosotros esperábamos que la gente que viniera al cribado no tuviera una adicción. Pero, hemos visto que en las primeras tandas de los cribados, era gente que venían con situaciones bastantes críticas y que pedían una demanda de atención alta. Unas 150 personas han pasado por el cribado y unas 50 están en tratamiento ahora mismo. Son más personas de las que esperábamos”.
Es cierto, que hasta ahora el 80% de las personas que han pasado por el cribado eran mayores de 18 años, pero esperan que durante los próximos días la demanda de adolescentes se aumente. “Atendemos a pacientes, por un lado desde los 12 hasta los 17; y por otro, de los 18 en adelante. Durante el mes de agosto han venido sobre todo adultos, pero en las últimas semanas de agosto y las primeras de septiembre la cifra de jóvenes ha ido aumentando y casi todos vienen por adicción a las tecnologías y los videojuegos. Creemos que esto ha pasado porque la mayoría de adolescentes estaban de vacaciones”.
"Un sector importante de la población adulta estaba demandando un servicio de atención a las adicciones comportamentales"
Aunque esta unidad se inauguró hace apenas dos meses, los profesionales ya han sacado una conclusión clara: “Un sector importante de la población adulta estaba demandando un servicio de atención a las adicciones comportamentales, y es posible que esto vaya oscilando con el paso del tiempo”.
Aun así, tienen claro cómo poner solución a este problema que afecta a más población de lo que parece. “Tenemos un reto por delante. Debemos ofrecer un servicio a la ciudadanía, que ofrezca una prevención y un tratamiento adecuado. Pero, sobre todo debemos esforzarnos en la investigación”.
“Para nosotros las adicciones comportamentales se encuentran en un área de investigación pionera donde hay poca investigación acerca de la materia, y queremos generar conocimientos científicos válidos acerca de estos fenómenos. Básicamente queremos saber qué tratamientos son eficaces en el nivel de psicología clínica para esta población”, explica el Dr. Hodann.