La Cefalea en Racimos, también conocida como “cefalea de Horton”, es un tipo de dolor de cabeza muy doloroso y que afecta actualmente a cerca de 50.000 personas en España. Generalmente, se manifiesta en episodios recurrentes de dolor muy intenso, que suelen darse en torno al ojo y la sien. Con motivo de visibilizar esta condición que puede llegar a ser extremadamente incapacitante, cada 21 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Cefalea en Racimos.
Se trata de una enfermedad de elevada prevalencia. Cada año, en España se diagnostican unos 1.000 nuevos casos de esta enfermedad, principalmente en personas de entre 20 y 40 años. Sin embargo, los síntomas de esta patología pueden debutar en cualquier etapa de la vida, tanto en la infancia o en la adolescencia, como en edades avanzadas.
“El dolor de la cefalea en racimos es generalmente unilateral, es decir, solo se experimenta en un lado de la cabeza, aunque la bilateralidad se puede encontrar en aproximadamente el 3% y el 6% de los pacientes cuando llevan muchos años padeciendo esta enfermedad", explica el Dr. Pablo Irimia, Coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología.
“El dolor de la cefalea en racimos es generalmente unilateral, es decir, solo se experimenta en un lado de la cabeza"
"Generalmente, va acompañado de otros síntomas oculares o nasales como lagrimeo, enrojecimiento, congestión o secreción nasal. Por otra parte, el dolor es de gran intensidad y, durante los ataques, los pacientes no suelen tolerar estar tumbados o acostados. Todo lo contrario, suelen exhibir una gran inquietud motora”, continúa el experto.
Muchas de las crisis son nocturnas y suelen aparecer a la misma hora. En algunos estudios, se ha visto que hasta un 86% de los pacientes consideran que sus crisis de dolor aparecen a la misma hora del día. “Es importante recordar que muchos pacientes observan que sus crisis aparecen únicamente con los cambios de estación, principalmente al inicio de la primavera y el otoño, tienen crisis de dolor a lo largo de unas semanas o meses cada año y luego están asintomáticos. De ahí viene la denominación de cefalea en racimos”.
El dolor de cabeza puede durar desde 15 minutos hasta tres horas, y los episodios suelen presentarse en grupos o “racimos”, que pueden durar semanas o meses antes de su remisión. En los casos en los que las crisis se presentan durante un año o más sin remisión o con períodos de remisión que duran menos de tres meses, se denomina cefalea en racimos crónica. Esto afecta al 20% de los pacientes con cefalea en racimos.
Además, aproximadamenteun 10% de las formas crónicas son refractarias a los fármacos. Este grupo de pacientes son los que padecen la enfermedad en su forma más invalidante, aunque en general el 78% de los pacientes padecen restricciones importantes en su vida diaria y hasta un 44% de los pacientes asocia depresión.
Por otro lado, esta enfermedad está aumentando en mujeres. “Se ha sugerido que ciertos cambios en el estilo de vida podrían estar detrás del aumento de casos en mujeres ya que, por ejemplo, el consumo del alcohol y tabaco se encuentra entre los principales factores desencadenantes de las crisis de dolor”, señala el Dr. Pablo Irimia.
Las mujeres, además, la sufren en sus formas más graves, según han sugerido numerosos estudios. Esto sucede no solo en cuanto a una mayor duración de los ataques o una mayor frecuencia en su aparición, sino también en una mayor tendencia a la cronicidad.
“Se ha sugerido que ciertos cambios en el estilo de vida podrían estar detrás del aumento de casos en mujeres"
A su vez, en las mujeres suelen producirse más retrasos en el diagnóstico debido principalmente a que hay una mayor probabilidad de que esta cefalea se confunda con la migraña. En todo caso, la SEN estima que más del 57% de los pacientes reciben diagnósticos erróneos y que existe un retraso en el diagnóstico que, en algunos pacientes, puede ser superior a los tres años.
“La cefalea en racimos es posiblemente uno de los tipos de dolor de cabeza más infradiagnosticados de España y principalmente lo es por dos razones. En primer lugar, por la tardanza de los pacientes a la hora de consultar su dolor de cabeza, sobre todo en aquellos casos en los que los periodos de remisión del dolor son muy largos. Y en segundo lugar, porque se tiende a pensar antes en otros tipos de cefalea más habituales, como la migraña o la cefalea en tensión”, explica el Dr. Pablo Irimia.
“Pero además, es una cefalea infratratada. El último estudio que realizamos en la SEN al respecto, y a pesar de que para esta enfermedad existen tanto tratamientos preventivos como sintomáticos, determinó que más de un 50% de los pacientes no están recibiendo el tratamiento preventivo adecuado y que más de un 30% de los pacientes no tienen acceso a los tratamientos sintomáticos adecuados”, concluye el experto.