La cefalea en racimos es un tipo de dolor de cabeza no muy común, pero el más habitual dentro del grupo de las cefaleas trigémino-autonómicas, y que afecta especialmente a adultos jóvenes de alrededor de 30 años. Consiste en la aparición de dolor en un único lado de la cabeza, que se suele presentar casi siempre a la misma hora, con un predominio vespertino y/o nocturno en el 73% de los casos. Además, las crisis ocurren en determinadas épocas del año, sobre todo con los cambios de estación al inicio de la primavera o al final del otoño.
Generalmente, la cefalea en racimos va acompañada de otros síntomas oculares o nasales como lagrimeo, enrojecimiento, congestión y/o secreción nasal. “Suele tener una duración relativamente breve, pero el dolor se experimenta de forma tan intensa, que son muchos los pacientes los que lo describen como atroz o insoportable. Además, los pacientes muestran una gran inquietud motora porque toleran mal el estar en posición de descanso”, explica el Dr. Pablo Irimia, Coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Este tipo de dolor de cabeza es uno de los más invalidantes que existen, dada la elevada intensidad del dolor: un 78% de los pacientes padecen restricciones importantes en su vida diaria
De acuerdo con datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cerca de 50.000 personas padecen en Españacefalea en racimos. Esto supone un problema de salud importante, pues este tipo de dolor de cabeza es uno de los más invalidantes que existen, dada la elevada intensidad del dolor: un 78% de los pacientes padecen restricciones importantes en su vida diaria.
En la mayoría de los pacientes, este dolor se manifiesta de forma episódica, combinando periodos amplios de remisión con periodos sintomáticos. Sin embargo, hay casos en los que la cefalea en racimos se puede cronificar, eliminando los periodos de remisión. La cronificación se da en el 20% de los casos. En muchas ocasiones, la cronificación se debe a un diagnóstico tardío, que hace que no se elabore un tratamiento adecuado o que, cuando se elabore, sea demasiado tarde y se experimente una menor respuesta a los fármacos. Un 10% de las formas crónicas no responden a los fármacos.
Actualmente, en España se diagnostican 1.000 nuevos casos de esta enfermedad, pero el diagnóstico se retrasa en muchas ocasiones, habiendo pacientes que tardan más de tres años en ser diagnosticados. “La cefalea en racimos es posiblemente unos de los tipos de dolor de cabeza más infradiagnosticados de España. En primer lugar porque si no se llega a cronificar, los periodos de remisión pueden ser tan amplios que son pocos los pacientes que, sobre todo en los primeros años de su enfermedad, no llegan a consultar con un especialista”, comenta el Dr. Pablo Irimia. “Pero además es un tipo de dolor de cabeza en el que, a pesar de tener unas características tan específicas, como no es una enfermedad muy habitual, más del 57% de los pacientes reciben diagnósticos previos erróneos”.
La SEN estima que más de un 50% de los pacientes no está recibiendo el tratamiento preventivo adecuado y que más de un 30% no tienen acceso a los tratamientos sintomáticos adecuados
La SEN estima que más de un 50% de los pacientes no está recibiendo el tratamiento preventivo adecuado y que más de un 30% de los pacientes no tienen acceso a los tratamientos sintomáticos adecuados, sobre todo a la terapia con oxígeno, que es una de las principales terapias de elección. “El tratamiento habitual de los pacientes se hace con fármacos, pero los casos resistentes pueden beneficiarse de tratamiento quirúrgico”, indica el Dr. Pablo Irimia. “Es por tanto necesario recalcar no solo la relevancia que tiene para la población concienciarse sobre la importancia que tiene consultar el dolor de cabeza, sino hacer un llamamiento a todos los profesionales médicos para mejorar su identificación clínica, para evitar que esta enfermedad se cronifique”.
Aunque se han identificado alteraciones en el hipotálamo del cerebro, actualmente no se conoce el origen de la cefalea en racimos, que tiene su Día Internacional el 21 de marzo.