El “catastrófico” coste de la salud para el bolsillo: 2.000 millones de pacientes no pueden asumirlo

Pese a que en muchos países existen métodos de copago y reembolso de productos sanitarios, los gastos de salud para algunas familias en el mundo son inasumibles, según la OMS

Coste de la atención sanitaria para el paciente (Foto. Freepik)
18 agosto 2024 | 11:00 h

Incluso en los países con un sistema de salud universal, los pacientes y sus familias asumen parte del coste de la atención sanitaria. De su bolsillo sale el pago de diferentes tratamientos, terapias o productos específicos para mejorar su calidad de vida. En algunos países incluso el coste de las intervenciones y de la posterior hospitalización y cuidados. Un gasto que no es baladí y que, como recoge un reciente informe de la Organización Mundial de Salud (OMS), 2.000 millones de personas no pueden llegar a permitírselo.

En España, donde los gastos directos de salud que asume el paciente son más reducidos que en el resto de países, al cubrir el Sistema Nacional de Salud los gastos de la Atención Primaria y Comunitaria y financiar gran parte de los tratamientos necesarios, aún las personas con patologías, especialmente aquellas crónicas o graves, asumen unos costes altos.

2.000 millones de pacientes luchan económicamente para satisfacer otras necesidades básicas “cuando incurren en gastos sanitarios de bolsillo catastróficos o empobrecedores, o ambos”

Por ejemplo, muchas de las terapias que necesitan los pacientes con enfermedades raras no están cubiertas por el SNS, y para las familias el gasto de su atención puede suponer el 20% de sus ingresos, como recogió el estudio ENSERio en 2017, tampoco están financiados todos los medicamentos que los pacientes con cáncer adquieren en la farmacia y donde pueden llegar a dejarse 100 euros mensuales, como señaló a este medio Begoña Barragán, presidenta del Grupo Española de Pacientes con Cáncer (GEPAC).

Estos costes, que en otros países son más elevados al no contar con un sistema sanitario público y universal como el español, hacen que, según se estimaba en 2019, 2.000 millones de pacientes luchen económicamente para satisfacer otras necesidades básicas como la alimentación, la vivienda y la educación “cuando incurren en gastos sanitarios de bolsillo catastróficos o empobrecedores, o ambos”, recoge la OMS. Y la carga “es más significativa para algunas personas”, inciden.

LOS HOGARES CON PERSONAS MAYORES, MÁS AFECTADOS

Las patologías crónicas o aquellas graves son, como hemos visto, las que más costes directos de salud pueden acarrear, estas patologías son especialmente frecuentes en las personas mayores, las cuales, además, también cuentan con otra serie de afecciones que se dan al mismo tiempo mermando su calidad de vida, las denominadas comorbilidades. En este sentido, un paciente puede sufrir al mismo tiempo diabetes, problemas cardiacos y renales, así como artrosis u osteoporosis.

Todo ellas patologías que afectan a la autonomía de estas personas y que cuentan con diferentes tratamientos que no la curan, pero sí que pueden evitar que progresen. En consecuencia, se ha demostrado que “quienes viven en hogares con miembros mayores enfrentan tasas más altas de gastos de bolsillo catastróficos en salud”, y aquellos que viven en hogares con varias generaciones “enfrentan tasas más altas de gasto empobrecedor”.

En 2019 los bolsillos de los pacientes fueron el “sistema de financiación” más importante de los sistemas de salud de los países con menos recursos, cubriendo entre el 40 y 44% del gasto en salud

El gasto en salud está aumentando año tras años derivado de mayores avances que permiten contar con métodos de diagnóstico y nuevos tratamientos para diferentes patologías que antes no tenían y por un incremento mundial del envejecimiento. De esta manera, en 2019 el gasto mundial en salud alcanzó 8,5 billones de dólares estadounidenses, el doble de la cantidad gastada en términos reales en 2000. De este gasto, el 40% proviene del gasto del bolsillo.

De hecho, en 2019 los bolsillos de los pacientes fueron el “sistema de financiación” más importante de los sistemas de salud de los países con menos recursos, cubriendo entre el 40 y 44% del gasto en salud. En el caso de los países de ingresos medios y altos el coste del bolsillo representa el 21-34% del gasto total. Este coste es más alto en aquellos hogares con personas mayores, que generalmente cuentan con menores ingresos para poder hacerle frente, se abre una “importante desigualdad” en el gasto sanitario.

Para dar respuesta a esta realidad, en el informe de la OMS se señala la importancia de las políticas que reducen o limitan el coste de la salud para los pacientes dependiendo de su edad o su capacidad económica. Como señala la organización mundial, “nadie puede quedarse atrás” y por eso señala la importancia de seguir apostando por medidas que busquen la equidad en sanidad debería ser “un principio rector”, concluye.

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