Recientemente, la presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), la Dra. Concepción Sánchez Pina, comentaba en entrevista para ConSalud.es que se había notificado un aumento del número de casos de obesidad y sobrepeso en niños a raíz del confinamiento.
En esta línea, la dietista-nutricionista del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, María Garriga, explica para este medio que el confinamiento por la Covid-19 ha favorecido un aumento generalizado del peso de los españoles. Los más afectados: aquellos con problemas de sobrepeso previos.
“Las personas que son muy disciplinadas y ya tenían el hábito de comer bien y hacer ejercicio, se han buscado la vida para seguir en forma y mantener el peso”, comenta. Añade que la tendencia es haber ganado un kilo o dos en los casos de normopeso o ligero sobrepeso, sin embargo “las personas con predisposición a ganar peso son las que más lo han notado”.
"Lo ideal sería liberar este estrés o ansiedad haciendo deporte, pues baja el cortisol, pero es más fácil abrir la nevera y comer"
La dietista-nutricionista del hospital madrileño destaca un problema que ha visto en la consulta últimamente: el aburrimiento. Señala que “hay gente que está aburrida y en vez de hacer otra cosa, se pone a comer”. La clave para evitarlo, la atención plena, es decir, hacer solo una cosa a la vez. “Lo importante es disfrutar de la comida, saborearla, conversar y comer tranquilamente, para garantizar que nuestro cerebro detecta las señales de saciedad”.
En línea con el aburrimiento, la comida puede ser para muchas personas una forma de canalizar el estrés o la ansiedad. “Lo ideal”, insiste la experta, “sería liberar este estrés o ansiedad haciendo deporte, pues baja el cortisol, pero es más fácil abrir la nevera y comer”. En el lado contrario de la balanza, controlar la alimentación dejando de comer también es una vía de escape para algunas personas. Los trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia y bulimia, también ha aumentado a raíz de la pandemia de Covid-19. Solo a modo de ejemplo, en el Hospital Niño Jesús de Madrid, los casos de TCA aumentaron en un 35%, informan fuentes del centro para este medio.
El tratamiento de la obesidad es bien conocido: buena alimentación y actividad física. Seguir rutinas de sueño y horarios para comer, también es fundamental. Aunque las pautas sean aparentemente sencillas, Garriga destaca que la clave para la adherencia al tratamiento es la motivación. “Lo primero que les preguntamos es ‘¿para qué quieres perder peso?’. A veces es por cuestiones estéticas, como que quieren llevar un vestido a una boda. Y otras es por problemas de salud como dolores de espalda o de rodilla. Si el paciente tiene una motivación fuerte y es capaz de mantener una disciplina, perderá peso”.
"Sería bueno que los alimentos más saludables tuvieran precios más asequibles"
Acabar con la obesidad, continúa, “es una carrera de fondo”. “Todos queremos beneficio inmediato, hacer dos o tres días dieta y perder peso, pero con la alimentación no es así. No se trata solo de hacer dieta, sino de coger buenos hábitos alimentarios para mantener esa pérdida de peso”.
LA OBESIDAD, UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA
El Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE) revela que más de la mitad – el 53,6% – de los españoles tiene obesidad o sobrepeso. De media, alrededor del 31% tiene sobrepeso, siendo los hombres los que más incidencia presentan. En lo que a obesidad respecta, la cifra en nuestro país asciende hasta el 22%.
Para frenar el avance de la que ya se conoce como ‘epidemia del siglo XXI’, una de las claves para la experta es que se habiliten espacios públicos para que la gente pueda hacer deporte sin necesidad de tener que pagar por un gimnasio privado. Por otro lado, a nivel de alimentación, “sería bueno que los alimentos más saludables tuvieran precios más asequibles”.
Y además, “hacer campañas de comida sana”. En este sentido, Garriga señala que “habría que regular” campañas publicitarias de comida poco saludable, como es el caso de McDonald’s y Aitana Ocaña. Hace pocos días, la ex concursante de Operación Triunfo era el centro de la polémica por promocionar un menú de 1.700 calorías y, además, siendo ella intolerante al gluten. En redes sociales, algunas de sus fans adolescentes comentaban que habían comido uno de estos menús varias veces en pocos días. “Una niña de unos 13 años, debería comer alrededor de 1.300 calorías” y además, muchas veces ocurre que “se sienten tan llenas que no cenan o no desayunan al día siguiente porque tardan mucho en hacer la digestión, por lo que no es nada saludable".