“España es el país de Europa que notifica el mayor número de casos de fiebre Q desde 2017”. Así lo confirman los datos del último informe de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), que recoge los datos relativos a los casos de fiebre Q registrados en nuestro país durante los últimos cinco años. En concreto, desde 2019 y hasta 2023 se han registrado 1.379 casos de esta enfermedad en humanos, con una mayoría en hombres con respecto a mujeres.
Se trata de una enfermedad bacteriana causada por Coxiella burnetii. La fiebre Q es una zoonosis y sus principales reservorios en España son el ganado caprino y ovino. Tal y como advierte el informe, "la forma que adopta en el ambiente es extremadamente resistente a condiciones desfavorables de humedad y temperatura, lo que le permite mantener su viabilidad durante periodos largos de tiempo y dispersarse hasta 10-20 km de distancia transportada por el viento".
De los cinco años que se analizan en este informe sobre esta zoonosis, 2023 fue cuando más casos se notificaron. Concretamente, 16 comunidades autónomas notificaron un total de 519 casos autóctonos de fiebre Q y otros tres importados. No obstante, el 64% de los casos notificados fueron confirmados, mientras que el 36% se clasificaron como probables. Un dato que, si bien supone una incidencia muy baja, indica un aumento con respecto a años anteriores.
16 comunidades autónomas notificaron un total de 519 casos autóctonos de fiebre Q en 2023
Y si hablamos del número de casos según el sexo de los afectados, vemos que la mayoría son hombres. Esta tendencia se mantiene desde 2019 hasta 2023, con un total de 1.379 casos notificados en hombres, frente a los 558 en mujeres. Además, la tendencia para ambos sexos es creciente desde 2021 tras la estabilización de los casos entre 2020 y 2021.
En cuanto a los datos de 2023, se confirma una vez más la tendencia de mayores casos en hombres, con 365, frente a los 153 notificados en mujeres. El perfil donde más incide la fiebre Q es en hombres de entre 45 y 54 años, el grupo de edad que notificó mayor número de casos en el último año (81). También en mujeres, siendo las más afectadas las que se encuentran en este grupo de edad, con 41 casos notificados.
En el resto de edades, la tasa más baja de notificación de la enfermedad se registró en el grupo de 10 a 14 años. Aunque los hombres menos afectados fueron los del grupo de 5 a 9 años, las mujeres menos afectadas se encuentran en la franja de los 10 a los 14. Estratificando por sexo, las tasas más altas se observan, consecuentemente, en hombres en los grupos de edad a partir de los 35 años y en mujeres entre los 35 y los 84 años.
CANARIAS Y ANDALUCÍA REGISTRAN EL MAYOR NÚMERO DE CASOS
La enfermedad ha estado presente en gran parte de España en el último año, pero especialmente en dos comunidades autónomas. Canarias y Andalucía han sido las que más casos han notificado, con 122 y 116 contagios de la enfermedad en humanos en el 2023. Además, Canarias es la comunidad que sobresale desde 2019 por el número de casos, siendo la que más incidencia presenta.
Por su parte, Andalucía también presenta la segunda tasa más alta de casos de los últimos cinco años, unos datos que han crecido significativamente en el último año. No obstante, esta comunidad registró en 2019 el mismo número de casos que la Comunidad Valenciana, con 71 casos de fiebre Q, a las que siguió Cataluña y País Vasco.
Por el contario, el resto de comunidades mantienen cifras más bajas desde 2019, con algún que otro repunte, como el caso de Extremadura, que ha notificado este último año su cifra record, con 58 contagios de la enfermedad. Mientras tanto, Baleares continúa sin identificar casos de fiebre Q, Cantabria mantiene una incidencia muy baja por debajo de los 10 casos y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla siguen sin notificar casos.
A pesar de ser una incidencia baja en todo el territorio español, las medidas de control son esenciales para evitar la expansión de esta zoonosis. Por eso, desde el ISCIII concluyen que quienes, por trabajo u ocio, tengan contacto con animales que actúan como reservorios, es importante que mantengan las medidas de seguridad.