Un nuevo estudio presentado en la Reunión Anual de la Sociedad Estadounidense de Medicina Tropical e Higiene (ASTMH), demuestra cómo el cambio climático está afectando a la transmisión masiva del dengue, de hecho, o que representa el 19% de la carga actual de la enfermedad, con el potencial de provocar un aumento adicional del 40% al 60% para 2050, llegando hasta del 150% al 200% en algunas áreas.
Los investigadores de las Universidades de Stanford y Harvard ofrecen la evidencia más definitiva hasta la fecha de que el cambio climático es un factor importante que impulsa un aumento global de la enfermedad transmitida por mosquitos. Solo en los países de las Américas se han registrado casi 12 millones de casos en 2024, en comparación con los 4,6 millones de 2023, y se han notificado infecciones adquiridas localmente en California y Florida.
"Existe una relación clara y directa entre el aumento de las temperaturas y el aumento de las infecciones”
Erin Mordecai, PhD, ecóloga de enfermedades infecciosas del Instituto Woods para el Medio Ambiente de Stanford y autora principal del estudio, asegura que “analizamos los datos sobre la incidencia del dengue y la variación climática en 21 países de Asia y las Américas y descubrimos que existe una relación clara y directa entre el aumento de las temperaturas y el aumento de las infecciones”, y añade como el cambio climático es una amenaza para la salud.
Algunas infecciones por dengue producen solo síntomas leves, otras causan un dolor articular fuerte, y los casos graves pueden provocar complicaciones hemorrágicas y shock. No existen medicamentos para tratar la enfermedad, aunque hay dos vacunas autorizadas, algunos expertos han señalado los desafíos que presentan ambas y que podrían limitar su adopción generalizada.
Este estudio concluye que, moderando el calentamiento global mediante la reducción de las emisiones también moderaría los impactos climáticos en las infecciones. El análisis muestra que, con fuertes recortes en las emisiones, las áreas que ahora están en camino de experimentar un aumento del 60% verían en cambio un aumento de alrededor del 40% en las infecciones. Sin embargo, como los modelos climáticos globales predicen que las temperaturas seguirán aumentando incluso con grandes reducciones en las emisiones, 17 de los 21 países estudiados seguirían aumentando los casos de dengue impulsados por el clima, incluso en los escenarios más optimistas de reducción de carbono.
Mordecai apuntó que este estudio se inspiró en pruebas de laboratorio que encontraron que los mosquitos que transmiten el dengue producen progresivamente más y más virus a medida que las temperaturas aumentan dentro de un rango específico, este aumento inducido por la temperatura comienza alrededor de los 20 grados Celsius (68 grados Fahrenheit), luego se intensifica antes de alcanzar un pico de alrededor de 28 o 29 C (alrededor de 82 F).
Tras examinar 21 países endémicos de dengue, incluidos Brasil, Perú, México, Colombia, Vietnam y Camboya, que recopilan regularmente datos sobre las tasas de infección. También analizaron otros factores que pueden afectar las tasas de infección, como los patrones de lluvia, los cambios estacionales, los tipos de virus, los shocks económicos y la densidad de población.
257 millones de personas que viven en lugares donde el calentamiento climático podría hacer que la incidencia del dengue se duplique en los próximos 25 años
En las zonas en las que están entrando en el punto óptimo de 20 ºC a 29 ºC para la transmisión del virus, partes de Perú, México, Bolivia y Brasil, podrían enfrentar los mayores riesgos futuros, con infecciones en las próximas décadas aumentando entre 150% y 200%. Mientras tanto, en las áreas que ya están en el extremo superior del rango de temperatura, como el sur de Vietnam, experimentarán pocos impactos climáticos adicionales y potencialmente una disminución menor. En general, el análisis reveló que hay al menos 257 millones de personas que viven en lugares donde el calentamiento climático podría hacer que la incidencia del dengue se duplique en los próximos 25 años.
Los investigadores no pudieron predecir los posibles impactos climáticos en áreas endémicas de dengue que no han registrado infecciones de manera constante, como grandes partes del África subsahariana y el sur de Asia. Además, Mordecai indicó que no pudieron cuantificar los impactos futuros para áreas como las regiones del sur de los Estados Unidos continentales, donde el dengue recién está comenzando a surgir como una amenaza local, "pero a medida que más y más de los Estados Unidos se mueven hacia ese rango de temperatura óptimo para el dengue, es probable que aumente la cantidad de infecciones adquiridas localmente, aunque es demasiado pronto para decir cómo afectará eso a la carga global", concluye.